Revolución uruguaya II

Compartir esta noticia

En Uruguay, hace 40 años que conviven en armonía la UDELAR y las universidades privadas, en un sistema universitario maduro que interactúa con los más prestigiosos centros de educación superior de todo el mundo. Los medios de comunicación nos sorprenden frecuentemente con noticias de uruguayos que destacan en los cinco continentes con aportes intelectuales, artísticos, de innovación, que se traducen en realidades y avances significativos en los más diversos ámbitos del saber y del hacer, con todo lo que ello significa en la vida cotidiana de las personas y el desarrollo y progreso de las naciones.

El sistema universitario uruguayo recibió impulso con la reglamentación de la ley de universidades privadas, en el segundo gobierno del presidente Julio María Sanguinetti (1995-2000), siendo Ministro de Educación y Cultura el Cr. Samuel Lichtensztejn. A partir de entonces, fueron aprobadas las universidades privadas e institutos universitarios privados que hoy tenemos en el país y, a partir del 2008, en el primer gobierno del presidente Dr. Tabaré Vázquez (2005-2010), siendo ministro el Cr. Danilo Astori, cuando se implementó el régimen de exoneraciones impositivas para las donaciones a las universidades.

Así se generó un círculo virtuoso de influencias mutuas entre la enseñanza universitaria pública y la privada. Ambas realidades se retroalimentan en su andadura en búsqueda del saber universitario genuino, con todo lo que ello importa.

Fue en el ámbito de las universidades privadas, donde se inauguró en el país el sistema de créditos académicos, equiparándose con los estándares internacionales, donde se profundizó en la interdisciplinariedad, incorporando la formación humanística e idiomas en las carreras de grado.

La UdelaR a su vez se expandió en Montevideo y en el interior del país -donde también lo hicieron las privadas- y creció en número de alumnos inscriptos y matriculados, también en carreras de grado y postgrado. Además, se generó una sana competencia entre el sistema público y el privado, que redundó en bien de toda la comunidad universitaria y el cambio cultural en el país.

Es interesante repasar datos recientes, porque hablan por sí solos de esta “revolución uruguaya” que va calando en nuestra idiosincrasia. En el 2022, el último año en el que tenemos datos estadísticos oficiales del Anuario del Ministerio de Educación y Cultura, el total de alumnos universitarios en el país fueron 246.500, de los cuales en la UdelaR cursaron el 90%, y en las universidades e institutos universitarios privados, el 10%. Estos porcentajes fluctúan otros años entre el 10 y 15% en las privadas y el 85 y 90% en la universidad pública. La existencia de la UTEC (Universidad Tecnológica de Uruguay) a partir del 2013, siendo Presidente José Mujica (2010-2015), y Ministro de Educación y Cultura Ricardo Ehrlich, aunque por su reciente creación, todavía no incide en cuanto a inscriptos, matriculados y egresados en el sistema público, es de destacar que en el 2022, tuvo 19 graduados en la Maestría de Ciencia de Datos.

No obstante, considerando todas las carreras de grado que existen en Uruguay en 2022, del total de alumnos que se graduaron en el país, el 76% de alumnos se recibieron en la UDELAR, y el 24% en las privadas, aunque en estas cursaban el 10% de los alumnos matriculados en dicho año. Además, se recibieron más alumnos en las universidades privadas que en la pública, en carreras como contador (29% en la pública y 71% en las privadas), dirección y administración de empresas (30% en la pública y 70% en las privadas), y sistemas e informática (37% en la pública y 63% en las privadas). En el caso de los programas de postgrado, se graduaron en el 2022, prácticamente la misma cantidad de alumnos en la enseñanza pública que en la enseñanza privada (50% UDELAR y UTEC y 50%, las universidades privadas): 1.327 alumnos en las universidades públicas y 1.340 alumnos en las privadas.

Y es interesante destacar que -como sucede en algunas carreras de grado- en los postgrados se recibieron holgadamente más alumnos en las universidades privadas que en las públicas, en programas de maestría en derecho, educación, comunicación, ortodoncia y ortopedia, traumatología y ortopedia, gestión de salud pública o dirección de empresas de salud, dirección y administración de empresas, finanzas, ciencia de datos, big data e inteligencia artificial.

En definitiva, con la incorporación en el país de las universidades e institutos universitarios privados en los últimos 40 años, podemos decir que cualitativamente en Uruguay se ha generado el cambio cultural y estructural más importante de los últimos 100 años de su vida independiente, potenciándose el sistema universitario en su conjunto, tanto en su vertiente pública como privada. Hoy estamos en condiciones de integrarnos a la sociedad global y seguir aportando innovación, ciencia, arte y cultura para hacer de nuestro mundo el mejor lugar donde nazcan y vivan nuestros hijos.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

premium

Te puede interesar