Ya es oficial. El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, anunció su aspiración a la presidencia de EE.UU..
El político republicano, de 44 años, presentó los documentos de su candidatura a la Comisión Federal Electoral el miércoles. Después sostuvo una conversación en línea con el dueño de la red social Twitter, el multimillonario Elon Musk, para difundir el anuncio de su aspiración a la Casa Blanca. “Aspiro a ser presidente de EE.UU. para liderar el gran regreso de nuestro país”, dijo DeSantis.
La alianza entre DeSantis y Musk comenzó a principios de 2022, cuando el magnate de la empresa de autos eléctricos Tesla estaba considerando la compra de Twitter y DeSantis amenazó con presionar a la junta directiva de la red social si sus integrantes no aprobaban la venta. El fondo de pensiones de la Florida ha invertido en Twitter, y el gobernador republicano dijo en ese momento que buscaría la manera de utilizar esa inversión para exigir a la junta de Twitter que aceptara la venta.
Ahora, Musk le devuelve el favor uniéndose personalmente a DeSantis al hacer el anuncio en el medio social que compró por 44.000 millones de dólares y que ha dirigido erráticamente y apoyando posiciones con las que el nuevo aspirante se siente muy cómodo.
DeSantis es graduado en Derecho de la Universidad de Harvard y ex militar. Como miembro de la Abogacía General de la Marina de Estados Unidos, prestó servicio en Irak y en el campo de detención de la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba. Su desempeño como gobernador de la Florida lo ha convertido en una figura nacional de la derecha, con sus polémicas medidas sobre cuestiones raciales, de género y de inmigración.
Bajo su mandato se ha prohibido la enseñanza de la teoría crítica de la raza -que explica el racismo sistémico en Estados Unidos como un legado de la esclavitud- y también se ha prohibido la instrucción sobre identidad de género y orientación sexual en todas las escuelas públicas de la Florida.
A principios de mayo, DeSantis firmó una ley que dificulta la vida a los inmigrantes indocumentados, a pesar de que estos inmigrantes son un pilar de la economía floridana, sobre todo en sectores como la agricultura, la construcción y la hotelería. La ley penaliza a las empresas que no verifiquen la residencia legal de sus empleados y den trabajo a indocumentados, y castiga a quienes transporten inmigrantes sin papeles hasta con cinco años de cárcel.
Estas posiciones de DeSantis son un avance de lo que podemos esperar si llega a la Casa Blanca. Sin embargo, hasta ahora el ex presidente Donald Trump sigue siendo el favorito de los republicanos. A fines de abril, una encuesta de NBC News indicó que dos tercios de los miembros del partido del elefante apoyan a Trump, a pesar de sus problemas con la justicia y de su papel en el asalto al Capitolio de Washington.
DeSantis espera que esos problemas legales obstaculicen el regreso de Trump a la Oficina Oval, aunque el sondeo de NBC News señaló que el ex mandatario había aumentado claramente su ventaja sobre el gobernador floridano. Pronto veremos si el anuncio oficial de la candidatura de DeSantis, con el respaldo de Elon Musk en la plataforma de Twitter, cambiará esas cifras o no.