¿Sabrá? ¿Podrá? ¿Querrá?

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Entre tantas cosas, las últimas elecciones produjeron un equilibrio (o desequilibrio), de fuerzas, bastante peculiar: es la primera vez, desde su creación en 1971, que el FA está dominado por un sector y que su centro-derecha prácticamente carece de fuerza política. Más aún: es la primera vez, en los últimos 50-60 años, que un gobierno asume teniendo una mayoría enorme dentro de su propio partido. Es un dato muy relevante.

Eso pone el foco, de cara al próximo gobierno, frontalmente, sobre el MPP. Sobre el presidente electo obviamente que también, pero él es un hombre del MPP (mientras que el MPP no es de él. Importante distinción).

Curioso bicho este MPP. Parece haber abandonado las ansias y convicciones de un voluntarismo utópico y violento (y soberbio), de su origen MLN y cambiado el discurso.

No se sabe mucho de su orgánica ni de su distribución interna de poder. Su voz parece ser la de Mujica, pero ésta tiene mucho de canto de sirena. A diferencia del pasado, el discurso del MPP hoy no está cargado de declaraciones grandilocuentes y generalidades voluntaristas. Es más un rosario de propuestas micro, muchas de ellas buenistas.

Sea que gobierne el Sr. Orsi con el MPP o este a través de aquel:

¿Saben lo que el país precisa?

¿Podrán instrumentarlo?

¿Querrán intentarlo?

El país precisa, por su orden:

1. Liderazgo. En valores: personales (rectitud, abnegación, ambición, compasión), familiares (amor, respeto, compromiso), sociales (consideración, cordialidad, sentido del deber), democráticos (respeto, por las normas y por los demás, tener el Bien Común como meta) y nacionales (querencia por la patria)

2. Seguridad: física y jurídica.

3. Formación/Educación: con el foco abrumadoramente puesto en el educando, basado en la realidad presente y mirando a la realidad futura.

4. Apertura: comercial y cultural.

5. Productividad, Competitividad, Eficiencia. Un país caro que apenas crece no ofrece futuro.

6. Atención Prioritaria a los que más lo necesitan: infancia y privados de libertad.

7. Encarar los medios necesarios para esos y otros fines:

· Adaptar al Estado a la realidad.

· Desregular

· Desmonopolizar

· Alivianar de actividades impropias

· Adaptar el mundo del trabajo a la realidad

·Dar espacio y recursos para actividades nuevas y necesarias, terminando con inercias costosas y pesadas.

Es imposible abordar nuevas tareas sumando sus costos a todas las existentes.

·Modernizar el sistema tributario.

Si el nuevo gobierno entiende que estos temas son prioritarios y les mete el diente sin dejarse desviar por agendas utópicas, habrá cumplido con el país.

¿Podrá?

¿Cuáles son las dificultades?

·Culturales: las más duras y profundas: el Pacto de la Penillanura.

·Intereses atrincherados: gremiales, sindicales, funcionales y también políticos.

·Restricciones de capital humano: cuantitativas y cualitativas.

·Recursos limitados.

La actitud clásica de la izquierda, cuando lo anterior choca con esto, es la manida “se merece una discusión de fondo”. No funciona. No hay más tiempo vital.

El gobierno tiene que liderar, explicar, tratar de convencer y, tras cartón, decidir. Gobernar es decidir. No discutir: decidir.

El gobierno debe tener la convicción y la valentía de arriesgar. Arriesgar que no lo entiendan y que no lo quieran.

Hablo con propiedad.

¿Querrán jugársela el MPP y el presidente?

O tendrán miedo de ser tachados de neoliberales (lo que sería una fija).

Pero las prioridades que señalé no tienen nada de neoliberales. Claro que implican una visión acerca de la libertad del ser humano, pero que no es exclusiva del liberalismo (porque es de la esencia del hombre, de todo hombre).

Tabaré Vázquez era consciente de estas cosas: de ahí que habló de “la madre de todas las reformas”, aquella que sacudiría “las raíces de los árboles”. El propio Mujica habló de ellas, sólo que después le echó las culpas de la inacción a “la barra” que “no me la lleva”.

Más cerca de nuestros días, quien lea el libro de Gabriel Oddone (“El Despegue”) se enterará de que la visión del futuro Ministro de Economía, discurre por estos trillos.

En suma, el Sr. Orsi y el MPP tienen donde estibar. Y tienen poder político.

Sus adversarios y sus problemas más duros, los tienen adentro: sus socios minoritarios, el PIT, los socialistas y el Partido Comunista.

¿Se la jugarán?

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