Seguridad Social y elecciones

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Lo hemos repetido y a riesgo de aburrir lo seguiremos haciendo. En las próximas elecciones uruguayas las dos coaliciones enfrentadas pugnarán por impulsar al mejor Uruguay capitalista. Uno de ellos centrado en el mercado y el otro en el Estado como los grandes inversores capaces de impulsar el desarrollo. En el fondo una cuestión de énfasis, pero de resultados disímiles.

Para el Frente Amplio es perfectamente posible “crecer con justicia social, lo que implica crecer y distribuir al mismo tiempo” (numeral 263 de su Programa Nacional del 15/7/23), para la Coalición el desarrollo económico y la inversión conjunta suponen restricciones que no hacen tan sencillo unificarlas. La mejor prueba de ello es el referendo de la seguridad social que impulsa parte del Frente junto al PIT-CNT, que demuestra inequívocamente la dificultad de juntar ambas estrategias. Planteemos un ejemplo.

Nadie medianamente objetivo en sus juicios puede sostener que la Academia Nacional de Economía, el Centro de Estudios para el Desarrollo, el Centro de Estudios de la realidad Económica y Social y el Centro de Investigaciones Económicas, son instituciones de derecha, dedicadas a fulminar, en perjuicio del pueblo, cualquier avance en las políticas sociales.

Sin embargo, todas ellas, acaban de condenar la iniciativa de referendo para derogar el actual régimen de seguridad social y sustituirlo por otro, donde las personas se retiren a los sesenta años, equiparen su retiro al salario mínimo nacional y simultáneamente, se eliminen las AFAPS.

Al mismo tiempo se confisquen las actuales cuentas de ahorro individual de los futuros jubilados, integrando sus aportes, decenas de millones de dólares, a un fondo común de carácter intergeneracional, sin precedentes en el país y equiparable a las requisas revolucionarias soviéticas.

La iniciativa ha sido condenada de forma unánime y muestra la dificultad de la propuesta frentista.

El mero hecho que implique un financiamiento del 5.5% del PBI, la hace imposible de afrontar sin una suba general de impuestos, con todas sus consecuencias para toda la población incluyendo los más relegados. Puede que al Partido Comunista del Uruguay, al Socialista y a la Central Sindical, el punto no los conmueva. Lo que resulta insólito es que la caolición Frente Amplio haya autorizado por parte de alguno de sus principales partidos tamaña herejía y que una de las candidatas a la presidencia por la coalición, se niegue a adelantar si apoyará o rechazará. Dios dirá.

Tan grave es el daño que la propuesta referendaria producirá, que los economistas señalaron que la misma “generaría efectos regresivos en la distribución del ingreso, y que las personas (más pudientes), serían las más beneficiadas dado que son las que más cumplen los requisitos de los 60 años de edad y 30 de trabajo para jubilarse.”

Nada cabe agregar, solo advertir la increíble falta de responsabilidad que medio Frente Amplio y la Central sindical asumen respecto al futuro del país, imponiendo una grave dificultad a las generaciones venideras en exclusivo beneficio de las actuales.

Aun cuando luego, como hacen, clamen por la pobreza infantil.

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