Sobre el lucro

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Uno de los argumentos esgrimidos en la propuesta de reforma constitucional sobre la seguridad social que propone el PIT-CNT es que debe eliminarse el lucro de las empresas privadas que administran los fondos previsionales. Desde esta visión se arguye que el lucro es malo en sí mismo y, por tanto, debe cambiarse el sistema por uno en que no exista el beneficio de empresas privadas. Este es un error conceptual de gran impacto en nuestra compresión sobre cómo funciona y cómo debe funcionar una sociedad.

Cada uno de nosotros tiene relaciones con personas que no responden a la lógica del mercado; nuestras familias, amigos, vecinos o, en general personas sobre las que conocemos sus circunstancias personales. A su vez, y sin contradicción con lo anterior, también nos relacionamos diariamente con personas que no conocemos y, materialmente sería imposible que conociéramos, que nos permiten procurarnos de los bienes y servicios que necesitamos. No podemos conocer a las personas que trabajan para brindarnos los alimentos o las películas que consu-mimos y, sin embargo, tenemos una relación con ellas a través de mecanismos que, necesariamente son impersonales.

La sociedad extendida, la que va más allá de nuestro círculo de contactos personales, puede funcionar de dos formas; administrada centralmente por el Estado o descentralizadamente a través del mercado. La primera forma de organización fracasó miserablemente cada vez que se practicó, la segunda explica el escape de la pobreza generalizada que caracterizó la vida en la tierra hasta hace dos siglos.

En una economía de mercado la información que no podemos conocer sobre las circunstancias de cada persona se trasmite a través del sistema de precios, cuando este funciona libremente. Es a través de las innumerables transacciones que millones de personas realizan cada día que se forman los precios que sirven para que tomemos las decisiones de consumo. El mercado funciona porque permite incorporar el conocimiento de esta enorme cantidad de información.

La empresa que obtiene un beneficio es porque logra brindar a la sociedad un bien o un servicio que las personas valoran, no porque explote ni extorsione a nadie. Una empresa que obtiene un lucro está beneficiando a la sociedad, produciendo algo útil, generando empleo, pagando salarios y demandando otros bienes y servicios. Una empresa que tiene pérdidas, mientras tanto, está recibiendo la información de que otras lo están haciendo mejor, ya sea porque venden su producto a un menor precio, de mejor calidad, o por la razón que sea es preferido por el público. Esto tan elemental es lo que no comprenden quienes critican el lucro. Lo anterior es válido en el marco de un sistema competitivo, que puede eliminarse en la medida en que la intervención estatal genere barreras a la competencia o privilegios prebendarios para agentes específicos.

El mercado es un mecanismo de competencia, pero también de cooperación social. Nos permite cooperar con personas que no conocemos beneficiándonos mutuamente y contribuyendo a que la sociedad en su conjunto mejore. El lucro es un síntoma de progreso en una sociedad abierta y dinámica, algo que debemos comprender si no queremos involucionar hacia estadios retardatarios.

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