¿Traición? Por Martín Aguirre

Compartir esta noticia

Te lo dije, Martín, te lo dije! ¡Te lo vengo diciendo hace mucho tiempo, y no me hacés caso!

- ¿Cómo estás, Julio? ¿Qué es lo que te tiene tan enojado?

- Lacalle Pou, ¿qué va a ser? ¿Viste el discurso en la cena de la Fundación Libertad? ¿Escuchaste? Elogiando un “Estado fuerte”, hablando de que no se puede ser libre viviendo en un rancho. ¡Todo eso con Milei mirando! El pobre Gerardo Bongiovanni se debería querer esconder abajo de la mesa. Pero las señales estaban bien claras, no las veía el que no quería.

- ¿Señales de que, Julio? No estuvo buena la gimnasia acuática hoy que andás tan peleador?

- No pegues golpes bajos, ni me cambies de tema. Está clarísimo. Nos engañó un poco en la pandemia con aquello de la libertad responsable y todo eso. Pero ahora está a la vista, Lacalle Pou es socialdemócrata. O peor... batllista.

- Pará, pará, con eso no jodas.

- Bueno, está bien. No exageremos. Pero la cosa era evidente. Eso de ir a casamientos de lesbianas, inaugurar hospitales en el Cerro, contar que fue a terapia. ¡Por favor! Eso es bien de batllista.

- Sos un exagerado, Julio. Parecés Guillermo Moreno, que hacía el test que decía que el choripán era peronista, y la palta radical.

- Bueno, bueno, en su locura, Moreno a veces dice cosas sensatas. Por lo menos tiene clara la diferencia entre los blancos y los colorados, Cosa que acá...

- Pero si el discurso lo elogió todo el mundo. Orsi dijo que le parecía muy bien.

- Y claro. ¿Cómo no le va a gustar a Orsi? Pero hay elogios que ya te digo. Cuando te elogian Marcos Soto, Oddone... Algo no anda bien. Hasta los de C5N lo elogiaron. Lo único que falta es que Mica Melgar le ponga corazoncitos en Twitter. Pero yo ya te lo venía advirtiendo hace tiempo. Me acuerdo que te lo comenté cuando fue a hacer esa entrevista en vivo con los de Búsqueda.

- Y que tiene de malo, es un medio serio, liberal, ¿no?

- Dejate de embromar. Parece Mate Amargo para Cordón Soho. Si se despierta Ramón Díaz, se corta las venas con la tapa de “Libertad y Propiedad” de Mises. ¿Cuándo fue la última entrevista que le dio a El País?

- Pah, no me acuerdo. Pero el tipo anda ocupado. O será un tema estratégico, para llegar a otros nichos.

- Sí, sí. Al nicho vamos a ir con esta forma de hacer política blandita. Si la gente quiere socialdemocracia, vota al original, no a una copia medio acomplejada.

- Bueno, hoy en día, eso de que la socialdemocracia está en el Frente es medio discutible. Como vienen las internas ahí al menos, no parece que tengan mucho peso esas ideas, entre los comunistas y los tupas nueva generación.

- No me quieras convencer citando a Sebastián da Silva, que es de lo poco que queda como la gente. Cómo puede ser que justo cuando hay un reverdecer de las ideas liberales duras en Argentina... ¡en Argentina!, acá un presidente blanco se va a poner a hacer discursos socilistoides. ¿Y sabés qué es lo que más me amarga?

- ¿Qué?

- Que si Lacalle Pou dice estas cosas, con Delgado estamos fritos. Es mucho más centrista todavía. Olvidate de que vayan a sacar más regulaciones, bajar el déficit, dejar volar la economía. Después de casi 5 años de gobierno de Coalición, al menos el ministerio de Ganadería, que es lo que conozco más, sigue pareciendo la URSS. Más trabas que de noche en el Parque Roo...

- ¡Noooo! (Mirando hacia ambos lados con expresión de pánico) No digas esas cosas, alguien va a escuchar y nos van a cancelar.

- Mal yo. Mal yo. Es que esto me tiene muy amargado. Si no le busco la parte humorística, me ataca la depresión completa.

- Mirá, yo creo que estás exagerando. Me tomé el tiempo y me vi los 15 minutos del discurso completo, y no es nada distinto a lo que dice siempre. Reivindica la libertad y al individuo, pero también dice cosas sensatas, como que hay que dar herramientas que faciliten oportunidades, y que se precisa un Estado chico, pero con fuerza para mediar cuando hace falta. Y otra cosa, creo que políticamente es muy inteligente. Porque de alguna forma se roba el centro, se apropia del sentido común de la mayoría de la sociedad. Si tenés un país que más o menos va marchando, y un presidente que conecta con el sentir masivo, ¿quién va a querer cambiar?

- ¿Vos crees?

- Me parece. Y otra cosa. ¿Sabés cuánto valen todos esos elogios de medios y políticos extranjeros? ¿Te acordás cuando era Mujica el niño mimado de la prensa global? La popularidad rompía los techos, y eso que como gobierno, todos sabemos que fue un desastre.

- Ahí tenés razón. Al uruguayito esas cosas le encantan. Pero así vamos. Siempre a media máquina.

- Mejor a media máquina que en reversa, dijo alguno.

- Qué comentario de viejo te salió, Martín. Como se nota que te acercás a los 50 ya.

- Pero por qué no te vas un poquito a ...

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar