La apuesta del gobierno uruguayo fue grande. En plena pandemia logró que Newlab, una compañía norteamericana de innovación abierta, se instalara en Montevideo. Fue una iniciativa conjunta del MIEM, ANII y LATU, con el apoyo de Mercado Libre y Globant. ¿El objetivo? Acelerar la modernización de las empresas uruguayas al ritmo de la cuarta revolución industrial; y a la vez, contribuir a que startups locales participen de la innovación a nivel regional y global. Los resultados empiezan a hacerse realidad.

Newlab tiene un modelo único. Trabaja con empresas tradicionales y agencias de gobierno para resolver sus desafíos tecnológicos, ambientales y productivos, y los conecta con las startups más disruptivas a nivel mundial. Con Ford Motors crearon un laboratorio de movilidad sustentable para convertir a Detroit en la capital de la industria automotriz del futuro. La compañía creada por Henry Ford hace más de cien años está decidida a recuperar el liderazgo perdido ante la competencia de las automotrices asiáticas y las tecnológicas de Silicon Valley.

Otro caso impactante es el de Puerto Rico. El gobierno contrató a Newlab para resolver la grave contaminación que aqueja a esta isla caribeña, como a tantas otras. ¿Qué hacer con las gigantescas montañas de plásticos y neumáticos viejos que se acumulan? ¿Cómo solucionar la crisis del sargazo que está polucionando las aguas y ahuyentando al turismo? La convocatoria a startups organizada por Newlab culminó con la selección de varias compañías que están haciendo pruebas para transformar los neumáticos usados en energía; y el plástico y el sargazo en nuevos materiales biodegradables. El concepto es transformar residuos contaminantes en recursos productivos.

Para que este tipo de colaboración sea efectiva es necesario sortear un inconveniente no menor: los ejecutivos y funcionarios de grandes organizaciones, que gestionan sistemas estables y previsibles, generalmente hablan un idioma completamente distinto al de los emprendedores empeñados en reinventar la rueda cada dos minutos. Newlab actúa como un puente y traductor. Por un lado, corporaciones y gobiernos pueden zambullirse en el mundo de la innovación sin sobresaltos. Por el otro, los emprendedores que están creando las máquinas y dispositivos de deep-tech y climate-tech del futuro acceden a probar sus prototipos a gran escala y en la vida real. Algo que raramente les sucede.

“A través de Newlab participamos en un desafío, un challenge para startups que organizó con Orsted, una de las mayores compañías de energía sustentable del mundo. Orsted quería optimizar la instalación de molinos de viento en el mar con sistemas de inteligencia artificial y visual. Me reuní con el equipo de Newlab en Nueva York y con los ingenieros de Orsted en Estados Unidos, Inglaterra y Dinamarca. Nuestra propuesta fue la seleccionada. Ahora estamos en conversaciones por un proyecto diez veces mayor”, cuenta Álvaro Pardo, cofundador de la empresa uruguaya Digital Sense. “Muchas veces llama la atención que una compañía chica como la nuestra, en un lugar remoto del mundo, esté haciendo las cosas que hacemos. Suma mucho si alguien como Newlab te presenta”.

Mercado Libre contrató a Newlab para hacer un “Low Carbon Mobility Studio”, un estudio de innovación para descarbonizar el transporte de última milla. El año pasado lanzaron una convocatoria para que startups presentasen soluciones de avanzada.

“Se postularon 128 empresas de los 5 continentes. Fue la respuesta más exitosa obtenida por Newlab desde su creación en 2016, en Brooklyn, Nueva York. “Uruguay se afianza cada vez más en el mapa de la innovación global”, señala Fernando de la Fuente, managing director de Newlab Latam, quien dejó su puesto en Londres como director global de sustentabilidad de HSBC para regresar a Montevideo.

Por su parte, Ariel Katz, environmental head de Mercado Libre, afirma que “Newlab ha sido un socio clave. Cree-mos que los resultados de estos pilotos serán un catalizador importante para transformar la logística en América Latina, estableciendo nuevos estándares de sostenibilidad y eficiencia en el sector”.

Genba Robotics, empresa uruguaya líder en robótica y automatización industrial, pudo adquirir y desarrollar con el apoyo de Newlab una tecnología única que combina un brazo robótico y un robot de seis ejes para la descarga de mercadería, armado de pallets y traslado automatizado en centros logísticos. Genba creó un software plug and play (amigable) para el manejo rápido y preciso de cargas pesadas, logrando mayor eficiencia, productividad y seguridad. “Hace una semana hicimos una demo en nuestro taller. En poco tiempo haremos otra prueba piloto a escala y en condiciones reales en el warehouse del Grupo Ras. Para un emprendedor es un sueño hecho realidad”, señala Martín Sartori, cofundador y CEO de Genba.

A fines de agosto se podrán ver algunos de los prototipos desarrollados por Newlab Uruguay y sus socios en el Pilot Showcase UY, la exposición que tendrá lugar en el Innovation Campus del LATU. Además de los ejemplos mencionados, otras compañías exhibirán sus soluciones. Renovar-e, una startup uruguaya pionera en la reconversión de vehículos a combustible en eléctricos, presentará una camioneta Fiat Fiorino, muy utilizada en delivery, a la que le instalaron un sistema de propulsión completamente eléctrico.

Drone.UY, una startup uruguaya asociada a la brasileña Speedbird, exhibirá un dron diseñado específicamente para la entrega de paquetería, con una plataforma propia de gestión de entregas. Swapy, una startup del Quantik Group que nació como parte de un Innovation Studio realizado con Newlab, propone un sistema para quick-commerce (delivery de entregas rápidas) en base a scooters eléctricas que utilizan baterías intercambiables. Contará con una red de gabinetes de recambio de baterías en diversas estaciones de Ancap.

Es importante resaltar que Newlab no es una iniciativa aislada en el ecosistema uruguayo. Es parte de una estrategia más amplia del gobierno, enmarcada dentro del programa oficial Uruguay Innovation Hub (UIH) que busca impulsar al país hacia la vanguardia de la economía del conocimiento. Esta iniciativa incluye a otros laboratorios de innovación como Antel ODL, Microsoft AI Co-Innovation Lab, la aceleradora OurCrowd y la company builder biotecnológica ATGen-GridX.

La continuidad en las políticas públicas es fundamental para lograr resultados a mediano y largo plazo. En este sentido, la innovación abierta que propone Newlab es una metodología que contribuye a que el país acelere su transición hacia una matriz productiva basada en el conocimiento. “La innovación abierta permite a nuestros clientes acceder a una amplia variedad de perspectivas y habilidades que no estarían disponibles internamente. Esto enriquece el proceso creativo y, al colaborar con socios externos, las organizaciones pueden acelerar el desarrollo de productos y servicios innovadores”.

Uruguay ya lo está demostrando.

*Periodista y coautora del libro “Laboratorio Uruguay”.