Andrés D. Quintana García | Montevideo
@|Para que no seamos cómplices de las mentiras de la izquierda...
En la edición de este diario del pasado martes 15 de agosto, bajo el título “Miles se congregan por Marcha de Mártires”, en parte de esa nota se habla de los tres primeros estudiantes muertos, uruguayos. Es falso; es una historia creada por el Partido Comunista y el Frente Amplio para cambiar la historia verdadera y no continuar ocultando realidades.
Detallaré el orden real de los primeros estudiantes muertos en Uruguay:
El primer estudiante muerto fue Dora Isabel López de Orichio; estudiante de enfermería asesinada el 5 de junio de 1962 por un grupo de terroristas comandados por Raúl Sendic cuando asaltaron e incendiaron la sede de la Confederación Sindical del Uruguay por discrepancias con la firma de un convenio. Esta estudiante era una ciudadana que pasaba por la acera del sindicato, desconociendo lo que sucedía.
El segundo estudiante muerto fue Líber Walter Arce Risotto, tenía 29 años integrante del Partido Comunista y de la FEUU; estudiante de la Escuela de Prótesis Dental. Durante nueve años de estudio rindió solo tres exámenes. Según se dice, no podía estudiar porque tenía que ayudar a sus padres. Tuvo sí los recursos y el apoyo con una beca del Partido Comunista para pasar un año en Praga, capital de la República Checa, no para estudiar, sino concurrir donde se formaban algunos cuadros violentos del Comunismo para ser exportados a América y África.
El tercer estudiante muerto fue Hugo De Los Santos Recarte, tenía 19 años e integraba la Unión de Juventudes Comunistas. Estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración, muerto el 20 de setiembre de 1968, cuando participaba de una movilización estudiantil convocada por la FEUU. Fue herido por los equipos de choque de la Guardia Metropolitana; auxiliado en primera instancia dentro de la Universidad por compañeros estudiantes de Medicina, falleciendo cuando era trasladado a un sanatorio cercano.
El cuarto estudiante muerto fue Susana Pintos Lepra. Tenía 26 años, estudiante de la Escuela de la Construcción de la UTU, integraba la FEUU de la UJC y dirigente del gremio de ANCAP (FANCAP). Herida el 20 de setiembre junto a Hugo De Los Santos Recarte en la movilización estudiantil, falleciendo el 21 de setiembre.
El quinto estudiante fallecido fue Alfonso Zapicán Arhancet Garcés. Tenía 15 años, estudiante de cuarto año en el liceo Bauzá. El día 7 de agosto, un grupo de jóvenes decidieron realizar una pintada en el frente de un comité de base del Frente Amplio ubicado en Francisco Miranda 4315. Fueron descubiertos por el cuidador que era vecino y los persiguieron en un taxi de un compañero, lograron detener a dos jóvenes que fueron trasladados al comité de base donde los torturaron y de un disparo de arma de fuego fue ejecutado Alfonso Zapicán.
Dora Isabel López de Orichio y Alfonso Zapicán Arhancet Garcés no figuran en la historia falsa presentada por la izquierda uruguaya porque fueron asesinados por ellos. Sólo nombran a los que murieron por culpa de las fuerzas del orden. Es decir que hay estudiante muertos Clase “A” y Clase “B”.
Es lo mismo que sucedió con las pensiones que reciben los familiares de los Tupamaros que eran Clase “A” y los familiares de Policías, Militares y Civiles Clase “B”.
Por suerte fue votada y aprobada, después de 20 años de peleas, la Ley y Proyecto para resarcir moral y económicamente a los familiares de los asesinados por los terroristas. Ahora pasaron a muertos Clase “A”.
Después de mucho tiempo, se hizo justicia.