Dr. Carlos García | Argentina
@|Son muchos los ejemplos que abonan la teoría de que para suicidarse el Presidente “se tiraría desde su ego”.
Tema sin importancia sino fuera el Presidente de los argentinos y en su afán de distanciarse del sentido común adoptara posturas negacionistas sobre el cambio climático, entrando de lleno al personalismo terraplanista antes que a la verdad.
Estas sinuosidades, propias de quien cree ser “dueño de la verdad”, lo llevan a apoyar la continuidad perenne de los sindicalistas, a vetar el pago de la cuota sindical y a no poner coto al desmanejo de los gremios sobre las Obras Sociales; todos hechos violatorios de la “libertad de asociación”, principio liminar de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y nombre de su partido.
La falta de respeto a quien lo contraríe, los acuerdos con la corporación peronista, su “populismo ideológico” hablan del avance del autoritarismo en sus filas libertarias o de un ego incontrolable.
Mientras obtenemos las respuestas, la pobreza y la desigualdad avanzan a paso redoblado sobre la población.