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Borrón y cuenta nueva...

Dr. Carlos Sarroca Solé | Montevideo
@|Esa es la consigna.

Agradecer el hábitat que nos rodea, tierras nobles y productivas, pero es imprescindible el trabajo para prosperar. Principio indiscutible poco o nada considerado, solo la espera de un milagro pauta la decadencia. ¿Atraen las calamidades del deterioro?

La práctica quinquenal electoral es un período donde asoma vaga la idea de progresar, del estado de bienestar, entre otros; un cacareo, ya que el logro elemental de remangarse y trabajar queda oculto ante el griterío maniobrado por espejismos, pretensiones y muchas incongruencias. Los lamentos justifican la decadencia, clásico hecho que nada compone. Cruel realidad, persistente en el siglo XXI; la siesta tradicional corona la desgracia.

Hay que borrar y levantarse, ¿o el sueño se repite? Hoy, entre lamentos, quejas, desesperación y mucho silencio se espera un líder que englobe y represente al pueblo que trabaja y moldee un compromiso con gente que valga y piense en el país, o caer en desgracia. Es tarea de los partidos tradicionales asumir una revisión crítica del presente para enfrentar el contexto alcanzado. Una nueva sociedad política, partiendo de comprender que hay que actuar para la nación.

Los cambios ocurridos no son noticia, son consecuencia de un sistema desgastado hace años; aprovechado por sujetos extraños a la patria, adictos al populismo. No hay que echar culpas sino ser sinceros, honestos y patriotas, porque hay que arrancar derribando mentiras; hay que unirse.

Por lo tanto, hay que hallar un líder que aquiete las aguas y que con seriedad y conciencia una a la gente, orientado a un Uruguay para este siglo; cuidando los principios fundacionales. Si así se entiende, es ineludible el apoyo de personas virtuosas, cultas, conocedoras que quieran el país del siglo XXI.

El intento se ha hecho, más tiene que trascender con profundidad, reconstrucción y modernización; cuidando y protegiendo los principios de libertad en paz, la democracia liberal con justicia y rigurosidad necesarias. Con una meta: el progreso mediante el trabajo eficiente, creador, con respeto en todos sus términos, sabiendo que aquí sí se puede.

El futuro es la meta, el pasado ya fue, no hay que repetir los errores ni caer en ellos. Se dispone de los medios, hay que trabajar con ese destino.

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