@|Los recientes cambios ministeriales, tanto en el Mides como en Agricultura y Pesca, ponen en claro que no basta tener buenas intenciones, requiere además tener la capacidad para llevar adelante una buena gestión al frente de tan importantes dependencias estatales.

No es para cualquiera, requiere tomar decisiones importantes, ser muy ejecutivo y fundamentalmente rodearse de un equipo adecuado, que acompañe eficientemente las directivas jerárquicas.

Por dicha razón, llama la atención que quedan ministerios que aún no han llevado a cabo cambios sustanciales en materia de mandos medios, manteniendo en sus cargos a funcionarios de pasadas y lamentables administraciones, con las consecuencias que ello trae aparejado.

Era de suponerse que las nuevas autoridades se rodearían de gente de confianza para asegurarse tener las espaldas cuidadas, pero ello no aconteció, y siguen personajes de clara tendencia frenteamplista, lo cual no es para nada conveniente y hasta imprudente recurrir a su asesoramiento. Un caso bien conocido es el MEC, viendo que aún permanecen personajes que hacen pensar en la película "Durmiendo con el enemigo".

Ya que el Poder Ejecutivo busca jerarquizar a la administración pública, sería bueno hacer una suerte de auditoría para destinar en los cargos prioritarios y de confianza a funcionarios de probada eficiencia y capacidad, además de lealtad, si es que se busca demostrar que el gasto que se invierte en políticas estatales es realmente productivo y provechoso para el Estado.