*|Esta carta quizás represente a muchos padres que se sienten desprotegidos a la hora de reclamar sus derechos respecto a sus hijos.
Soy un papá que tiene un hijo de 4 años. El primer año de vida de mi hijo lo pude disfrutar, pero al separarme de su madre, comenzó mi odisea.
Siempre cumplí con la pensión alimenticia, una de las obligaciones que me compete como padre. Pero no tuve la posibilidad de ver crecer a mi pequeño y disfrutarlo día a día.
¡Mucho dolor y pesar!
A uno le cuesta entender las decisiones de la Justicia y también creo que en ocasiones se aplica el refrán que dice “pagan justos por pecadores”. Los tiempos procesales, las formalidades muchas veces, sin querer, nos juegan en contra.
Comprendo y acepto que la mayoría de las veces es la madre la que vive con los hijos. Pero es importante también que los padres podamos compartir vivencias con ellos. Es necesario, sobre todo, para el pequeño. El padre representa una mirada diferente para el niño. Al acompañarlo en su crecimiento le permitirá desarrollar una mayor autonomía e independencia, promover los valores sociales y su desarrollo moral. Cada uno en su rol, madre y padre, son fundamentales en el desarrollo del niño.
Las miradas de madre y padre hacia un hijo son diferentes y esto es muy positivo porque ayudarán al niño a crecer con las herramientas necesarias. Con la ausencia del padre al niño sólo le queda la mirada materna y no es suficiente.
En mi caso y después de 3 años sin poder verlo se me permitió, a partir de agosto de este año, visitarlo los domingos, tan solo media hora, en la casa de su madre. No hubieron salidas al parque, al cine, a tomar un helado.
Me siento muy cansado, porque cada vez que pienso que finalmente voy a tener la libertad de poder disfrutar a mi hijo, la balanza se inclina para un lado; cuando en realidad debe existir un equilibrio para que se respeten, sobre todo, los derechos del niño y que pueda contar tanto con su madre, como con su padre.
En este momento de reapertura (inclusión) que se está viviendo en la sociedad, sería bueno que se abriera una puerta para aquellos padres (varones) que nos sentimos desamparados, muchas veces por la Justicia, y sin saber a quién acudir, para poder hacer valer nuestros derechos.