@|En el editorial del pasado 15/11, hay un artículo denominado “Vendimos al avioncito” del Sr. Juan Martín Posadas, en el cual, asemejando el avión presidencial con las fábricas de cemento de Ancap, deduce que hay que cerrarlas por las pérdidas que ocasiona al Organismo y pagarles a su personal los sueldos y que se vayan a la casa.
Antes de emitir mi opinión, le voy a relatar qué ocurrió en Ancap en los años 80.
El ente disponía de un magnífico establecimiento que daba trabajo en épocas de zafra a 1700 obreros y no se podía colocar su producción. Era El Espinillar, que producía azúcar crudo en el entorno de 10.000 tons. por año, de las cuales 2000 tons. eran utilizadas por la Div. Alcoholes para sacrificar algunas bebidas que fabricaba el Ente.
Se puede imaginar que al poco tiempo, los depósitos del Establecimiento, así como los depósitos de la División Alcoholes estaban desbordados de azúcar crudo ocasionando pérdidas. No se clausuró ni se vendió el Establecimiento, sino al revés, se invirtió más dinero para “producir azúcar blanco” de consumo y entrar en competencia con las privadas que eran Calnu, Azucarlito, Arinsa y Rausa; y de esa manera introdujo 8000 tons. de azúcar en el mercado y saneó la empresa.
A título explicativo, se vio obligada a cerrar porque el embalse de la Represa de Salto Grande le inundó 5000 hs. y se perdió totalmente el equilibrio productivo y económico.
La decisión de invertir fue realizada por un Directorio integrado por 3 miembros, presidido por el Brig. Jorge A. Borad y la colaboración del equipo gerencial.
La Div. Pórtland hasta la década de los 90, arrojaba una utilidad entre US$ 2.500.000 y US$ 3.000.000 anuales. El mercado era compartido entre 3 empresas a saber, la Cía. Uruguaya de Cemento Pórtland Artigas con el 35%, la Cía. Nacional de Pan de Azúcar con el 5% y Ancap con el 60%.
A fines de los 90, la Cía. Molins de origen español adquiere y moderniza la planta Artigas mediante un horno de nueva generación llamado vía seca.
Por otra parte, Ancap realiza un llamado a interesados para una alianza estratégica en el área del negocio del pórtland. Se preclasifican 13 empresas, entre las cuales hubieron 2 que están entre las 5 más importantes del mundo, 5 argentinas y el resto uruguayas.
La adjudicataria fue Loma Negra Argentina, que era importante a nivel local, pero insignificante a nivel mundial. El presidente de Ancap fue el economista Eduardo Ache.
No expondré la faz técnica del proyecto sino el aspecto comercial. Loma Negra se comprometía a exportar a la Argentina en los años 1 y 2, 156.000 tons., en los años 3 y 4, 225.000 tons y en el año 5, 264.000 tons. además del llamado Cemento de Albañilería.
No cumplió ninguna etapa.
Con posterioridad, Loma Negra realiza una sociedad con la poderosa firma brasileña Camargo Correa y luego se retira del mercado cementero.
Por consiguiente, Ancap mantiene una sociedad con dicha firma. No tengo conocimiento si dicho contrato se actualizó, pero sería importante su cumplimiento.
Por lo tanto, es necesario invertir para readecuar la situación. Invertir en profesionales, dado el vacío producido por la jubilación de muchos de ellos; invertir en la adecuación de los equipos productivos actuales a las nuevas metas (aspecto que se está realizando en la Planta de Minas con un nuevo molino de cemento); invertir en la fabricación de hormigón que es el verdadero y actual negocio de las cementeras, a menos que políticamente se quiera transformar la Ancap en ANC. Puesto que a partir de los años 60 cerraron las siguientes industrias: Productos Químicos, el establecimiento El Espinillar, se vendió el establecimiento Joanicó donde se elaboraba Cognac, la Planta de Rosario que elaboraba el whisky Ancap, la Planta de Paysandú que elaboraba los alcoholes, la Planta de Capurro que producía bebidas, se donó el Laboratorio de Investigaciones Científicas ubicado en Pando a la Facultad de Química y que tuvo en sus profesionales al Prof. Clemente Estable, quien investigó lo relativo a la toxicidad de las bebidas; y como frutilla de la torta, se cerró el Dpto. Médico que fue implementado con aportes del personal.