@|Durante el análisis que he efectuado del riesgo de severa contaminación ambiental del emisario subacuático de aguas cloacales e industriales de Buenos Aires, sostuve que los enormes vertimientos estimados en 2 millones y medio de metros cúbicos por día, que ese tubo de 4 metros 30 de diámetro y 12 kilómetros de extensión va a verter sobre el Río de la Plata, podían contaminar las costas del departamento de Colonia y ello mereció un rechazo categórico del Presidente de la delegación uruguaya ante la Comisión Administradora del Río de la Plata, que sostuvo que eso era imposible.
Mi afirmación se funda en lo siguiente.
1.- En el Estudio de la Dinámica Hidro- semidentológica del Río de la Plata, Proyecto Freplata RLA 99/G31 (pg. 25) se afirma: “El viento es el principal forzante de la circulación en el Río de la Plata, particularmente, en su parte exterior y afecta la dinámica en todas las escalas”. Más adelante expresa este informe: “Aproximadamente el 90% de la varianza en la circulación barotrópica es debida a la variabilidad del viento en escala sub anual” (pg.27) y agrega: “debido a la baja profundidad del Río de la Plata, las corrientes en la parte estratificada responden rápidamente a los cambios en el viento en todos los niveles, con un tiempo de respuesta entre 3 y 9 horas”.
2.- Es tan importante la acción de los vientos que ese estudio, respecto al efecto “Coriolis”, expresa: “Evidentemente, la circulación gravitacional es muy pequeña en comparación con la señal dominada por el viento y la marea que ocurre en este sistema” (pg.30).
3.- Por otra parte, por el carácter estuárico del Río de la Plata, es frecuente observar que las aguas oceánicas invaden el cauce del mismo, que normalmente está ocupado por agua dulce y que lo mismo sucede a la inversa. Obviamente, ello genera una contra corriente cuando el fenómeno se produce de Este a Oeste.
4.- Por último, hice referencia a las cianobacterias por cuanto, como destaca el Catedrático y Director del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias, Dr. Daniel Panario, el sistema de pretratamiento y filtrado de las aguas, instalado en el emisor subacuático de aguas cloacales de Buenos Aires, no elimina elementos químicos como el nitrógeno y el fósforo.
Al respecto, los científicos Sylvia Bonilla y Luis Aubriot, han afirmado que las cianobacterias necesitan de minerales para crecer, utilizando a esos efectos el nitrógeno y el fósforo en gran cantidad, generalmente disueltos en el agua. Bonilla y Aubriot agregan: “Como las cianobacterias pueden flotar gracias a vesículas de gas que contienen en las células, se acumulan en la superficie y son transportadas por la acción del viento”.
Por ende, sin perjuicio de la acción de las corrientes, si el emisor subacuático de Buenos Aires arroja nitrógeno y fósforo a través del emisor, va a generar un caldo de cultivo de cianobacterias, que, impulsadas por una fuerte sudestada, pueden contaminar, severamente, no sólo las playas y costas de Colonia, sino lo que es peor, gran parte del Río de la Plata. Y si eso sucede, la maravillosa descripción que hace Juan Zorrilla de San Martín del Río de la Plata, será simplemente un recuerdo.