@|El desafío más trascendente que tiene hoy el país es sin duda el económico.
En una crisis en todos los niveles, excepto la inversión de UPM 2, nos encontramos en una situación crítica.
Si bien tradicionalmente los uruguayos nos caracterizamos por ser poco inclinados a la innovación, hoy nos situamos en un punto que requiere promover iniciativas que conduzcan a revertir esa realidad.
En ese sentido, creemos que el país podría crecer para dentro de sus fronteras, activando predios urbanos, suburbanos y rurales que están en situación de abandono. Nuestro país productivo es bastante menor que su superficie geográfica.
Como los titulares de esos predios son, en su mayoría, particulares, se necesita una reforma constitucional que privilegie el interés público sobre el personal.
Esto es una innovación necesaria para abordar el proceso judicial y poder obligatoriamente poner a la venta esos predios, previo un tiempo prudencial de notificación a los titulares del proceso, de ponerlos en actividad, si no enajenarlos.
La forma de atraer interesados, tanto nacionales como extranjeros, es que se vendan al 50% del valor de tasación. La adjudicación sería al mejor postor hasta ese tope.
Sobre esa base se podría cargar la enajenación con un porcentaje para rentas generales. Dicha enajenación estaría sujeta a que el predio se ponga a producir en forma inmediata, de lo contrario se anularía la enajenación, así que la misma tendría lugar luego que el interesado demuestre su disposición para esos efectos.
Si se lleva a cabo esta iniciativa, habría una mayor oferta exportadora, así como generaría empleos que hoy no hay.
En cuanto a los predios urbanos y suburbanos, bien se podría tenerlos en cuenta para ir sustituyendo a los asentamientos.
Esto sería de gran relevancia, visto la escasez de recursos para realizar reubicaciones tan numerosas. Así el Ministerio de Vivienda podría actuar como oferente y hacer una relación virtuosa, invirtiendo y luego recibiendo de rentas generales el porcentaje aludido.