@|¿Tomar un palo para pegarse uno mismo?
En esta carta me quiero referir a la llegada, con el fin de apoyar el Congreso de los “compañeros” del Pit Cnt, del sindicalista argentino, Sr. Carlos Díaz.
Con un discurso totalmente sacado, irrespetuoso y profundamente lamentable, a los gritos, este Sr. clamaba por la derogación de una ley nuestra, del Uruguay; cerrando tal exposición con un deseo manifiesto, así lo expresó, de “echar al Presidente Lacalle Pou”.
Este no es su país, nadie le da derecho a actuar de esta forma.
Este tipo de diatriba no es del estilo uruguayo y nos remueve y logra un efecto justo contrario al buscado.
¿Sabían los “compañeros” cuál iba a ser el tenor de esta intervención?
Quiero creer que no, porque flaco favor le hizo al FA con su desmedida parrafada.
Creo que después, alguien de ellos salió a desmarcarse para aducir que acá no caben esas bravuconadas de barra brava y nuestra democracia es nuestro mejor anhelo y logro, y no se toca.
¿Convocar a voltear a un Presidente (que aparte de estar haciendo las cosas muy bien, luchando en un mar embravecido) alguien del exterior que no tiene ningún derecho de intervenir en nuestros asuntos, ya sea tirar abajo la LUC o al Presidente?
Creo, sinceramente, que más de algún criterioso frenteamplista, que sí los hay, hubiera querido tener a mano un trapo negro para callarlo como se hace con los loros.
Fue lamentable, pero peor que eso fue, como lo dije en la primera oración de esta carta, pegarse ellos mismos con un palo.
Nadie de esa colectividad pudo haber salido satisfecho luego de escuchar este disparatado y ridículo discurso.
Por favor, la próxima vez que quieran defender aquello por lo que luchan, fíjense bien a quién eligen para ello. Esta vez, el tiro les salió por la culata.