@|En algún punto, ¿estos dos verbos no pueden ser sinónimos?
Recuerdo a un muy reconocido oncólogo uruguayo ya fallecido lamentablemente, quien con gran honestidad decía: “Yo no inventé nada, simplemente fui por el mundo, aprendí y copié”.
Esto viene a cuento de la “tormenta en un vaso de agua” (una vez más, ufa!!!) que se ha desatado a raíz de la supuesta copia de un párrafo textual de un documento argentino que apunta a reformar la educación, reforma seguramente tan necesaria allá como acá.
Admitiendo que se omitieron las comillas correspondientes para salvarse de la acusación de plagio y apoyada en mi primer comentario sobre el oncólogo citado (no doy nombre por respeto a la debida privacidad), ¿cuán importante puede ser este hecho?
Nos seguimos quedando en la “chiquita” para seguir obstaculizando una y otra vez todo lo que se haga para mejorar algo que no admite ya la menor demora.
¿No sería mucho más inteligente abocarse a lo medular, debatirlo sin politizarlo y avanzar apoyando una reforma educativa que ya está en marcha y no puede, no debe detenerse?
Días atrás, frente a un hecho lamentable de un tiroteo en el entorno de un liceo que dejó a algún alumno herido, afortunadamente sin gravedad, la docente que hacía declaraciones en el noticiero no perdió la oportunidad de quejarse, quejarse y quejarse de falta de vigilancia (lo puedo entender) para terminar “pasando el aviso”: “Después nos acusan de hacer paros por todo y no pensar en los alumnos”.
Y lo más grave de esto es que no solamente lo declaran en un noticiero sino que es al alumnado a quienes inculcan esta idea, todo se arregla parando.
El alumno en el centro de los aprendizajes, dando los docentes todo de sí mismos y evitando politizar la educación. ¡Por favor, quién en su sano y objetivo juicio podría creerse tal acierto!
No digo de no ayudar a los alumnos a tener un pensamiento crítico, a debatir, a respetar al otro que piensa o siente distinto. Pero qué lamentable hacerles escuchar siempre la misma “campana” cual verdad revelada a la que hay que adherir sí o sí.
Por todo ello, no creo que sea tan grave haber incluido este párrafo; copiemos innovando en lo que está bien hecho y sin resquemores que en nada ayudan a avanzar.
¿O no fueron las autoridades de la enseñanza a observar el modelo finlandés, considerado de excelencia a nivel mundial, para “copiar lo bueno e innovar” mejorando el futuro de nuestros alumnos que es a quienes les debemos mucho más que conflictos por la omisión de unas comillas?
Seamos responsables, no todo es blanco o negro en la vida y copiar e innovar pueden darse la mano en pro de un fin superior.
Sería de una gran mezquindad perder un solo minuto en esto.