@|Con profunda tristeza he observado, una vez más, como algunos compatriotas interrumpen un acto de exaltación de nuestros valores históricos, con voces y consignas extrañas al mismo.
Los ciudadanos que fundaron nuestra Nación, los lugares y hechos históricos que la con forman, merecen nuestra veneración y respeto porque son nuestras raíces, nuestra razón de ser.
Poca cosa somos si desvalorizamos nuestros valores históricos, el sacrificio de nuestros héroes y el legado que nos enorgullece.
No pueden las cosas y los hechos de nuestro diario peregrinar, empañar la gloria de un tiempo irrepetible que debemos conservar vivo y actuante en nuestra mente y en nuestro corazón.
Algo hay que hacer. Dialogar. Convencer. Tomar iniciativas para que los hechos del pasado 25 de Agosto no se repitan.