@|El Señor Ministro de Ambiente en recientes declaraciones se refirió al Embajador Carlos Orlando y a mí, destacando que se reunió con nosotros y que no hubo inacción por parte del Ministerio a su cargo, respecto a los emisores de aguas cloacales e industriales de Buenos Aires.
Efectivamente, se reunió con nosotros hace casi dos años y nos recibió cordialmente, demostrando conocer el tema.
En virtud de ello, con el Embajador Orlando salimos de su despacho confiados en que iba a encarar esa cuestión en forma dinámica y eficiente pero, lamentablemente, no ha sido así.
Al respecto, basta con examinar lo acontecido en el seno de la Comisión Administradora del Río de la Plata, que es el organismo competente para tratar la temática de los emisores de aguas cloacales e industriales de Buenos Aires y donde la delegación uruguaya actúa siguiendo instrucciones de ese Ministerio y ¿qué se puede mencionar de la gestión que ha tenido a su cargo ante la CARP, esa delegación, en los dos años transcurridos?
Que recibió estudios de impacto ambiental de parte de AYSA, que es la empresa argentina que lleva adelante el emprendimiento y que por lo tanto carecen de la objetividad técnica necesaria y que efectuó dos planteos, los dos reiterados, sin éxito, ante la delegación argentina:
El primero respecto a un monitoreo conjunto de los vertimientos que se van a realizar por esos emisores. Me refiero al que colecta las aguas cloacales de la cuencas de Matanzas y Riachuelo que va a verter 2 millones trescientos mil metros cúbicos de esas aguas, por día, al Río de la Plata, lo que equivale a 7 estadios de fútbol y un 350% más de todo el agua potable que distribuye diariamente OSE y el de Berasategui, que va a verter 2 millones 800 mil metros cúbicos por día.
Y el otro planteo, también reiterado y rechazado por la delegación argentina, fue que ese país debía aportar una información técnica más completa del proyecto correspondiente al emisor de Berasategui. Eso es todo…
El Sr. Ministro no se ha tomado el trabajo de expedirse sobre lo que hemos planteado en cuanto a que el sistema de tratamiento de esas aguas no es satisfactorio, como sostienen eminentes científicos de la jerarquía del Catedrático de Ambiente de la Facultad de Ciencias Dr. Daniel Panario, el Dr. Guerrero y el Embajador Dr. Raúl Estrada Oyuela de Argentina; en cuanto a que elementos orgánicos y químicos como el fósforo y el nitrógeno no serían eliminados por ese sistema, lo que se corrobora por el informe del Banco Mundial de junio de 2019, que reconoce que se optó por un sistema de bajo nivel en ese tratamiento, entre otras razones, por consideraciones económicas.
Con el Embajador Orlando no estamos en contra de esos emisores. Simplemente pedimos que se verifique si el dictamen de esos científicos es correcto o no, y a esos efectos, que nuestro representante ante el Banco Mundial solicite que esa institución financie una consultoría independiente para determinar si el funcionamiento de esos emisores puede implicar un severo riesgo ambiental o, por el contrario, si podemos estar tranquilos al respecto.
Si se determina, como presumimos, que esos científicos no están errados, tomar las medidas para mejorar el sistema de tratamiento de esas aguas ahora porque después, si el monitoreo lo confirma, será muy difícil revertir esa situación.
Más de 5 millones de metros cúbicos de aguas cloacales e industriales van a ser vertidos en los próximos años, diariamente, en aguas comunes y poco profundas del Río de la Plata y al Ministro no le preocupa. Está absolutamente seguro que no van a contaminar.
¡Ojalá que no se equivoque!