@|Partiendo de la base de que todos cometemos errores, el triste insuceso de un conocido actor, comunicador y artista solo atañe, en su caso, a la Justicia; no debiendo, los que estamos fuera de ella, juzgar, condenar o reenviar videos por las redes sociales que atentan contra los derechos de la referida persona.
La reacción de retransmitir esa conducta desgraciada, solamente permite engordar la vieja envidia gozando por la desgracia ajena de una persona exitosa.
No es, ni debe ser la conducta de una persona de bien que se precie como tal.