@|Frente a lo que acontece en torno al diferendo entre la Intendencia Municipal de Canelones y el Club Deportivo Parque del Plata, se podrían encaminar muchas y diversas reflexiones; inclusive para señalar el hecho crítico de que las administraciones municipales poseen notorios fallos de administración a causa de la lejanía de sus centros directores de alguna porción de sus circunspecciones territoriales.
Si vamos al no tan lejano pasado, observamos que hacia fines de la década de los 50, surgió del seno de un gran grupo de notables ciudadanos canarios, la iniciativa de plasmar la creación de un nuevo Departamento denominándolo con el nombre de Solís, en homenaje al primer europeo descubridor.
La idea central constaba en segregar del departamento de Canelones todo el margen costero del Río de la Plata, desde el arroyo Carrasco al Solís Grande, y estableciendo su capital en la ciudad de Pando.
En los terrenos de la geopolítica criolla siempre se critica la macrocefalia del territorio uruguayo con relación a la metrópolis montevideana.
En este especial caso sobresale la inteligente reflexión de aquel representativo canario que con sana intención y buscando consolidar una mejor gobernanza de una zona con marcadas y claramente notorias diferencias económicas y sociales con el resto departamental, fuera consagrado como el vigésimo departamento de nuestro Uruguay.