@|Los vemos todos los días por TV y se repiten en los medios escritos. Esos dirigentes y sus seguidores son rápidos para declarar culpables a gente del gobierno y más rápidos para declarar inocentes a los suyos. Pereira, Carrera, Bergara, Sánchez y cada tanto, como para dar contundencia a las críticas, asoman Cosse y Orsi. Manija programada. La guerra es cruel, despiadada y hasta inverosímil.
El Frente Amplio prometió oposición responsable y su accionar es puramente destructivo; el cual comenzó en la pandemia con caceroleos, críticas alevosas y pedidos apátridas e irresponsables hasta lo más denigrante, usando fallecidos por Covid como bandera política.
Ahora tratan de impedir todas las obras y reformas del gobierno. Un plan elaborado en las bases izquierdistas con interlocutores en un gran coro repetitivo. Por allí aparecen sus “compañeros” Alberto Fernández y Lula. Todos en la misma sintonía; imposibilitando que el gobierno de Lacalle Pou logre mejoras para Uruguay. Presentan revocaciones, votan contra las reformas, piden renuncias, informes, investigaciones, llamados a sala o comisión, etc.
Pero votan en contra de investigaciones a sus dirigentes, alegando persecución política. Recordemos algunos de sus tantos procesados: Sendic, Lorenzo, Bengoa, Calloia, Cendoya, Placeres, Toma y la lista sigue... No tienen argumentos reales; actúan con relatos alarmistas; se oponen a todo, y no presentan ninguna propuesta.
Esta oposición tan alevosa y artera nunca se vio en nuestro país. Hay una parte de nuestra población que por apatía, inocencia o indiferencia está cayendo en su relato. ¿No recuerdan cómo dejaron al país en el 2019 y no ven su comportamiento actual? ¿No ven contra todo lo externo e interno que ha tenido que luchar este gobierno y lo va sorteando con éxito?
¡Cuidado! Esa apatía, inocencia o indiferencia nos puede llevar por caminos tortuosos. Basta mirar a los países que gobiernan sus compañeros izquierdistas.