El bloqueo es mental

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@|¿Cuántos muros deben caerse para que la izquierda reconozca que su ideología comunista ha sido un continuo y estrepitoso fracaso?

Por donde pasa, sólo deja una casta de personas corruptas que acumulan todo el poder y el capital, sometiendo a su pueblo a la pobreza y a la renuncia total de sus derechos, incluyendo la libertad de expresarse y reclamar por su dignidad.

Es irritante ver cómo los comunistas uruguayos les rinden pleitesía a los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Le mueven la cola y con total desparpajo y atropello se atribuyen hablar en nombre del pueblo uruguayo.

Aducen que estos países viven una democracia “diferente” o “a la manera que ellos entienden”. No señores, no nos tiren las basuras de su régimen a la democracia y asuman que tienen un sistema comunista a secas, sin rodeos.

Como si esta hipocresía ya no fuera demasiado, dicen “preocuparse por el pueblo cubano, el régimen y su revolución”. Al régimen y su revolución se los llevo, pero, ¿al pueblo?

¿Es que no vieron como su dictador, golpeando sus puños sobre el escritorio daba órdenes precisas y genocidas a sus “chivatones” bien alimentados, a salir y apalear a su pueblo desarmado y con hambre de justicia y libertad?
A pesar de esto, piden la no intervención y el respeto a la libre determinación de los pueblos.

¿Alguien cree que, con la exagerada asimetría de poder que limitadamente pudimos ver por Internet, se les puede pedir al pueblo cubano que reclame por su “libre determinación”? Sería empujarlos a un río de sangre y con un resultado incierto.

Todas las dictaduras son nefastas, pero al menos en Uruguay nos dieron la opción con todas las garantías, para decidir nuestro futuro, y así lo hicimos y fue reconocido. Por eso hoy sabemos cómo y cuándo comenzó y terminó ese momento oscuro en nuestra democracia.

En Cuba ya van 62 años y esa posibilidad no se vislumbra. ¡SOS Cuba!

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