@|Como es notorio, el Ministro del Interior, Luis Alberto Heber, concretó el pasado 23 de julio, el cierre de la cárcel de Trinidad, que formaba parte del edificio de la Jefatura de Policía de Flores –ubicado frente a la plaza principal, como también ocurre con las de Tacuarembó, Artigas y Treinta y Tres, las que también serán trasladadas - ya que el establecimiento no cumplía con los requisitos de rehabilitación dispuestos en el Plan de Dignidad Carcelaria.
Cabe acotar, que si bien este establecimiento funcionó dentro de un edificio que aunque con esta finalidad fue construido a principios del siglo XX, siguió los cánones que forman parte de nuestra herencia hispana: ubicado frente a la plaza principal, era a la vez sede administrativa de la entonces Jefatura Política de Flores, Comisaría 1º Sección y Cárcel local.
A la vez que señalamos nuestra enhorabuena por este acontecimiento, que entre nosotros pone fin a esta auténtica rémora y permitirá jerarquizar a uno de nuestros más característicos y hermosos edificios, como lo es el de la Jefatura de Policía de Flores, hacemos votos porque este cierre realmente sea el definitivo.
Decimos esto, porque hace ya varios años, también con bombos y platillos fue clausurada la Cárcel de Trinidad.
Quienes vivimos alejados de la actividad policial y judicial la creíamos una cosa definitivamente del pasado, pero para sorpresa nuestra, la difusión de una noticia policial también nos enteró que sin estruendo alguno la vieja cárcel volvió a funcionar- a esa altura hacía algún tiempo que nuevamente estaba funcionando-, seguramente para paliar los problemas de hacinamiento que había en otros centros carcelarios; situación que esperamos no se repita.