@|Todos tememos terminar nuestra vida a causa de una larga enfermedad, incluso más que a la muerte. Mucho más miedo aún generan estas dos palabras: “Cuidados Paliativos”, nadie quiere enfrentarse a semejante flagelo. Es un mundo desconocido para la mayoría de nosotros, y por eso le tenemos tanto miedo.

El año pasado me tocó de cerca a causa de una enfermedad en mi familia. Al principio tuvimos mucho miedo y pensamos muchas veces que llegar a Cuidados Paliativos, era como ir directo a la muerte.

Sin embargo, a principios de enero conocimos a un doctor, integrante de ese equipo, que hizo que todo el proceso vivido valiera la pena. Nos hizo dar cuenta que no todo está perdido, y que, en la salud, que muchas veces está tan desprestigiada, hay personas excepcionales. Fue como un sueño encontrar un médico con todas las letras dentro del sistema mutual, era algo jamás imaginado, después de pasar por varias etapas de peregrinación por sanatorios, clínicas y momentos por demás tristes.

Él se llama Camilo Castro y no solo es médico excelente, sino que escucha, presta atención, no tiene apuro (o no lo demuestra), se acuerda de cada cosa que le dijo su paciente una, dos o tres semanas antes; y, examina todo el cuerpo en su conjunto, prestando mucha atención a la parte emocional, que muchas veces duele más que el órgano enfermo. Su diagnóstico es siempre tan acertado, coherente y práctico, buscando lo mejor del paciente pare resaltarlo y dejarlo, a pesar de cualquier dolor, feliz y seguro de que irá mejor. Además, lo dice con tanto cariño, como si fuera de la familia, y lo más increíble, en forma absolutamente desinteresada, simplemente desde su lugar como médico de la mutualista.

Estos años se han hecho muchos homenajes a todos los integrantes de la salud, que han dejado todo para salir de la pandemia del coronavirus, pero estamos seguros de que médicos como el Doctor Camilo Castro, sanan en forma silenciosa a muchísimas personas con otras enfermedades, lo que merece, sin dudas, un reconocimiento enorme.

Es reconfortante saber que existen profesionales de esta calidad profesional y humana, y están en Uruguay, poniendo su granito de arena para hacer la vida de muchas personas mucho más feliz. Esto es esperanzador y es bueno que lo sepa todo el país. Por eso nuestro homenaje al Doctor Camilo Castro, el médico que sana simplemente con su presencia.