El Polo Educativo Naval y Marítimo del área Miramar

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@| Allá por mediados de setiembre del pasado año, sonó la alarma en el seno de la Armada Nacional cuando el Ministro de Defensa Nacional, Dr. Javier García, anunció en el Parlamento, que, entre otras acciones, pensaba trasladar la Escuela Naval a Laguna del Sauce y vender el predio de su actual emplazamiento en el área Miramar. El anuncio presentaba importantes falencias que lo convertían en un planteo con importantes incertidumbres de objetivo y factibilidad. Lo que se aspiraba vender no era sólo la Escuela Naval, sino todo el predio “Miramar” donde actualmente funcionan varios institutos de enseñanza naval y marítima del país de nivel terciario y posgrado, también dos ciclos de enseñanza secundaria en el Preparatorio Naval; además del Complejo Deportivo Naval que atiende, no sólo los programas de Educación física y deportiva de estas Escuelas, sino apoya a varias instituciones deportivas y de educación primaria y secundaria, públicas y privadas de la zona.

La idea presentaba serios problemas logísticos, de los más diversos tipos (personal, desarrollo de base, transporte, entre los principales). La Armada, obvio actor central del tema, no fue consultada y no se contaba con un análisis de requerimientos y un plan detallado para satisfacerlos.

Luego de diversas reuniones y publicaciones en que se aportaron datos técnicos y prácticos, el traslado a Laguna del Sauce parece haber quedado de lado. El área Miramar, sus edificios y su predio nacieron ligados a la obra del Ex Hotel Marítimo creado por el genio del Arq. Scasso en el año 1935. Ese espacio integral, que comprende las edificaciones y su entorno es hoy considerado por la Comisión del Patrimonio para ser decretado Complejo Patrimonial de la Nación. El desarrollo del Área Naval Miramar responde a una posición doctrinaria de la Armada, seguida desde hace 51 años, al mudar la Escuela Naval desde su antiguo emplazamiento en la Ciudad Vieja al actual en Carrasco, permitiéndole ganar múltiples capacidades y potencial de desarrollo.

A partir de la mudanza comenzó un proceso continuo y planificado de mejora, complemento y adaptación de las instalaciones en las 5 áreas básicas requeridas: apoyo a la enseñanza, alojamientos de alumnos y dotación, deportes, servicios y seguridad. Se han instalado además con el correr del tiempo en dicha Área Naval, un Complejo Deportivo y la Escuela de Guerra Naval.

A ello se suma la adquisición e instalación del simulador de navegación y maniobras de última generación, que conjuntamente con los Cursos de la Organización Marítima Internacional que dicta la Escuela Naval, han convertido al Área Naval Miramar en un centro referente en la región, con reconocimiento internacional. Es por eso que la alarma volvió a sonar cuando a nivel del Ministerio de Defensa, se comenzó a considerar el fraccionamiento del predio, con el objetivo de la venta de los espacios que hoy están libres de edificaciones. Ello implicaría perder una parte significativa del predio total, casi todo el campo deportivo y de actividades a cielo abierto, así como el “pulmón” de espacio del que hoy se dispone para continuar con el Proyecto “Campus educativo marítimo”.

En torno a esta idea es interesante asimismo reflexionar respecto al pasado y así concluiremos que varias de las obras reseñadas no existirían, si las autoridades del momento hubieran decidido vender los espacios entonces libres, como forma de obtener recursos que siempre han sido escasos. En un contexto que parece reflejar poco reconocimiento a la planificación institucional, a la calidad del sistema de educación marítimo y a lo icónico que una Escuela Naval debería significar para un país marítimo, es de esperar que prime la consideración a una Institución que ha cumplido más de un siglo de servicio a la Patria.

Es por las razones históricas, patrimoniales, materiales, afectivas, funcionales e institucionales que vengo de exponer que, en mi modesta opinión, el Complejo “Miramar” antes que una “transformación inmobiliaria”, merece reconocimiento e impulso para continuar su desarrollo.

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