El Ciudadano | Montevideo
@|El peso uruguayo sobrevaluado. Orsi, Oddone: ¿qué van a hacer con este tema?
El Índice Big Mac, una referencia utilizada para medir la sobre o subvaluación de las monedas en términos de poder adquisitivo, ha revelado que el peso uruguayo está sobrevaluado en un 48,3% respecto al dólar. Este dato ubica a Uruguay entre los tres países con las monedas más apreciadas del mundo. Aunque algunos puedan verlo como una señal de fortaleza económica, la realidad es que esto conlleva serias consecuencias para distintos sectores del país.
Consecuencias de un peso sobrevaluado:
1- Menos competitividad para las exportaciones.
Un peso fuerte encarece los productos uruguayos en el exterior, afectando a sectores clave como la carne, la soja y la celulosa. Las exportaciones representan alrededor del 30% del PBI uruguayo, y perder mercados debido a precios elevados puede generar un freno en el crecimiento económico y la pérdida de empleos.
2- Desafíos para el turismo receptivo.
El turismo es uno de los principales motores de la economía, aportando aproximadamente el 8% del PBI nacional. Con un peso sobrevaluado, Uruguay se vuelve más caro para los visitantes, especialmente para argentinos y brasileños, que representan más del 60% de los turistas que ingresan al país. Esto impacta en sectores como hotelería, gastronomía y transporte.
3- Falsa sensación de estabilidad interna.
Un peso fuerte puede dar la impresión de solidez económica, pero en realidad puede estar ocultando problemas estructurales. Actualmente, la inflación en Uruguay se mantiene en torno al 4,1% anual, dentro del rango meta del Banco Central. Sin embargo, si se produce una corrección abrupta del tipo de cambio, este índice podría dispararse y afectar el poder adquisitivo de la población.
Los peligros a futuro.
1- Riesgo de corrección abrupta.
La historia muestra que cuando una moneda se mantiene artificialmente sobrevaluada, la corrección suele ser brusca. En Argentina, por ejemplo, la sobrevaluación del peso en 2001 terminó en una devaluación del 200% tras la crisis. Si Uruguay experimenta un ajuste desordenado, el dólar podría saltar a más de 50 pesos en poco tiempo.
2- Dependencia de altas tasas de interés.
Para sostener el valor del peso, el Banco Central ha mantenido tasas de interés relativamente altas; hoy en 8,5%, lo que encarece el crédito y desincentiva la inversión. En comparación, países como Brasil han comenzado a reducir sus tasas para estimular el crecimiento económico.
3- Pérdida de empleo en sectores clave.
La combinación de menor competitividad y altos costos internos puede traducirse en cierre de empresas y pérdida de empleos. Actualmente, el desempleo en Uruguay ronda el 8%, pero si la actividad económica se frena por la apreciación del peso, este indicador podría subir rápidamente, afectando especialmente a las pequeñas y medianas empresas.
Conclusión:
La sobrevaluación del peso uruguayo es un fenómeno que no debe subestimarse. Aunque puede dar la impresión de estabilidad, es una señal de alerta para la economía. Uruguay necesita políticas monetarias que equilibren estabilidad y competitividad, asegurando que los sectores productivos no pierdan mercados y que el empleo no se vea afectado. Ignorar este problema podría llevar a una crisis cambiaria y económica en el futuro.