Carlos Asecas | Montevideo
@|Que Maduro abra la boca...
Cada vez que escuchamos algún comentario de la izquierda uruguaya sobre la dictadura de Maduro, parecería que no estamos hablando de Venezuela sino de un gobierno democrático.
La izquierda uruguaya conoce muy bien la diferencia entre democracia y dictadura, pero en el caso de Venezuela parecería que conoce muchos secretos de las relaciones que hubo entre Chávez y Maduro con los gobiernos del Frente Amplio. La apertura de la caja de Pandora depende de su silencio.
Y todavía tienen el caradurismo de declarar que en Venezuela, Maduro es el presidente electo por la población.
Ya que son tan afectos a este sistema electoral, les propongo que anulemos el resultado del último domingo de noviembre de 2024. Sustituiremos a la Corte Electoral por el Consejo Nacional Electoral, el cual sin mostrar las actas y siguiendo el ejemplo de su ídolo, proclamará como presidente electo a Álvaro Delgado.
Todos sabemos que durante los gobiernos del Frente Amplio se habrían generado millonarios negocios que resultaron excepcionales para algunos. A su vez, hubo empresas que salieron perdiendo como Conaprole; y avícolas que exportaron y no llegaron a cobrar el total de lo enviado. Si usted quiere conocer un detalle cierto y documentado de todo esto, le recomiendo lea: Petrodiplomacia y se asombrará de lo que allí se detalla.
Es sabido que Chávez se presentaba como el heredero de Simón Bolívar y para resultar simpático y sentirse admirado por el resto de los presidentes latinoamericanos tenía un elemento a su favor: una cantidad inagotable de dólares provenientes de la explotación petrolera, con excelentes precios de mercado. Para ello utilizaba esa fortuna, que le robaba a su pueblo y repartía millones de dólares para comprar pleitesía.
Es conocido el caso de Antonini Wilson, que fue detenido en la Aduana de Buenos Aires con una valija conteniendo US$ 750.000, que venían para la campaña electoral de Cristina Kirchner. La funcionaria aduanera fue enviada a trabajar al rincón más apartado de la Argentina como castigo, por haber cumplido con su trabajo y destapar algo que debía pasar desapercibido.
El periodista argentino Hugo Alconada Mon hizo un estudio de los desplazamientos de Antonini Wilson en varios países latinoamericanos y qué casualidad, Uruguay está en esa lista. Entre el 28/3/2006 y 7/8/2007, este siniestro personaje llegó al Aeropuerto de Carrasco en seis oportunidades y su estadía no duraba más de tres días. Seguramente, no venía como turista...
Todos estos detalles y muchos otros que no conocemos, el que interpreta las ideas de Chávez hablando con un pajarito los tiene registrados y los utiliza como elemento coercitivo para que sus fieles lacayos lo consideren un presidente electo democráticamente. Para nuestra desgracia no se exilian en ese paraíso socialista.
Hasta qué punto la izquierda uruguaya es traidora, que sus propios compañeros del Partido Comunista en Venezuela han sido detenidos y torturados por la dictadura venezolana y ni siquiera por este motivo son capaces de reclamar por sus derechos. Lo más lamentable es que todavía hay gente que los sigue votando. Avísenle a Juan Castillo que el comunismo quedó sepultado con el Muro de Berlín.