@|Quedan muy pocos días para que los uruguayos definamos si la LUC continúa vigente en plenitud o si la oposición logra derogarle 135 artículos que ellos mismos se han encargado de ningunear, al defenderlos sólo sobre la base de mentiras y pronósticos catastróficos, pues carecen de argumentación sólida.
En realidad ello no importa, pues este referéndum se ha transformado en un clásico como los partidos de fútbol, donde lo único que pesa al momento de definir el voto es qué camiseta me gusta más.
Es lamentable que el destino y la marcha del país se defina por un simple “camiseteo”. Tenemos un gobierno al que por múltiples razones le ha sido extremadamente dificultoso gobernar; desde la pandemia a la oposición acérrima que se ha encargado de, a lo largo de los dos años que van desde la asunción, no haber apoyado ninguna de las cosas que se han tratado de hacer. Los mismos casi dos años de la vigencia de una ley que no ha generado ninguna de las desgracias que se pronosticaron.
Por ello es importante pegar un último empujón con alegría y fe de que la razón y la inteligencia de la mayoría de los ciudadanos va a ratificar la plena vigencia de la ley.
Seamos conscientes de que la confianza en lo que pensamos y expresaremos en las urnas se debe hacer con unión y fuerza. Con el coraje de expresarnos y manejarnos con alegría. Que se nos note en la cara y en la actitud. ¡Vamos!
Quedan muy poquitos días de esfuerzo y tenemos en nuestras manos dejar firme un país que avanza, que cambia para bien y que opta por nuevas formas de hacer cosas, con la confianza de que estamos mejorando y ensayando maneras distintas para aquellas otras en las que probadamente ya habíamos fracasado.
Juntémonos, hagamos ruido con nuestra presencia y nuestras banderas en la calle, cantemos los jingles del NO con la convicción de que estamos contribuyendo con nuestro mejor esfuerzo a hacer de nuestro país un lugar de oportunidades y desarrollo. ¡Hombro con hombro, adelante con el último empujón!