@|Los tiempos de la pandemia han transformado muchas cosas que se tenían por incambiables. Así vemos que no se puede tener reuniones numerosas encerrados y hacerlo al aire libre requiere tapabocas, distancia social, no aglomeración, junto a no demorar mucho tiempo estando en esa situación.

Puede pensarse que eso limita derechos ciudadanos y esto tiene parte de razón. Pero lo que debe sopesar esa idea es el porqué de esas limitaciones que, sin duda alguna, se originan en el tan olvidado bien común. En efecto, la razón es la protección del colectivo y dentro de él a las personas en mayor riesgo.

La forma en que el domingo 6 de diciembre se pasaron por alto estas indicaciones, es por un lado la necesidad para un sector de la población de expresar su sentir, lo que llevó a desconocer el pedido de las autoridades y de los familiares del Dr. Vázquez; y por otro, una forma de poner en gran riesgo, en principio, a los propios concurrentes y por extensión a toda la ciudad.

Esperemos que esto no suceda. Caso contrario, habrá que analizar el origen y no derivar responsabilidades a quienes no les correspondan.