Excursión a Qatar

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@|El DT uruguayo tenía 26 asientos para dicha excursión. Estaban reservados para 5 pasajeros mayores, que tenían que concurrir para completar su ciclo iniciado en el “proceso”. Otro se destinó a uno lesionado que se sabía que no podía jugar. Como en el pasaje estaba incluida la asistencia al campo de juego de por lo menos 4 de ellos, el cuadro se tenía que completar con 7 más. En lo posible, esos siete tenían que ser jóvenes obedientes de lo que les indicaran esos mayores.

Así, tuvimos el primer partido en el que dos jugadores se dedicaron a asistir al sector derecho del equipo y un tercero para que hiciera lo propio con el centro delantero. Los tres restantes (el otro era el golero) poco podían hacer frente al equipo contrario poseedor de una mayor y mejor respuesta física.

En el segundo cambió el sector derecho y al centro delantero sin mayor éxito, y observamos cómo un centro sin mayores pretensiones se metía en el arco ante la pasividad del golero. Luego un “penalcito” cobrado para ampliar el tanteador, sin que hubiera una reacción de los que debían meterla en el arco contrario, enfrentando a un golero que sí respondió.

En el tercero, el equipo jugó un poco mejor, no como tal, sino por algunas individualidades. Era muy difícil sincronizar jugadores con tanta experiencia, con lesiones o falta de competencia, con jóvenes y, sobretodo, sin lograr avanzar con algo de peligro por los laterales. Cuando se logró, o el centro delantero no llegaba o era fauleado, sin que el árbitro cobrara a favor en la mayoría de los casos.

Hubieron comentarios sobre “errores arbitrales” emitidos por el renombrado ex-juez de apellido orográfico y de tanta escasez capilar como mucha locuacidad, sin que nuestros dirigentes ejercieran ninguna presión para cambiar una evidente predisposición de árbitros y eventualmente de directivos contra nuestros jugadores.

Como el fútbol es un negocio comercial internacional, que en algunos casos es aprovechado para el “lavado de activos”, es evidente que el mercado coreano era más atractivo que el uruguayo, aunque eso solo fuera por un solo partido, ya que el próximo rival era Brasil. ¿Casualidad que hicieran un gol ya en los descuentos y que jugadas dudosas de aplicar la pena máxima no fueran tenidas en cuenta?

En definitiva, el “Tornado” no levantó mucha arena, solo fue una suave brisa pasajera, demasiado condicionado por los jugadores con varios mundiales a cuestas. Es difícil de entender que el técnico sólo utilizara a tres mediocampistas, dejando a los otros tres que llevó sentados en el banco cuando era el sector que más necesitaba apoyo.

Parecería que el acuerdo entre jugadores y dirigentes de la AUF no ha terminado de la mejor manera, prueba de ello es la actitud de algunos de esos jugadores veteranos pretendiendo “patotear” a los árbitros y representantes de la FIFA. Ello, seguramente, traerá aparejadas sanciones económicas y punitivas, dando un espectáculo poco ejemplarizante hacia sus compañeros más noveles y demostrando falta de respeto hacia dirigentes y cuerpo técnico. Algo que deberíamos haber aprendido a través de los años...

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