Alberto Arias Perdomo | Montevideo
@|Estamos presenciando una situación lamentable. La filtración ilegal de chats con información reservada que debería estar bajo custodia segura en la Fiscalía está invadiendo la contienda electoral, transformando este año de elecciones en un espectáculo deplorable.

Es evidente que se trata de un plan organizado para atacar al gobierno. Parece ser ésta la única forma de atacarlo, al carecer de argumentos válidos en contra de su gestión.

Se debe encontrar a los responsables de este atentado criminal contra nuestra democracia y que la Justicia les aplique las sanciones más severas como corresponde.

¡Hay que desenmascararlos!

Es muy triste ver a la coalición opositora utilizando las filtraciones con énfasis y algarabía, en lugar de informar sus propuestas para la solución de los problemas que se presentan a nuestra población. Esto último es lo que deberían hacer si pretenden respetar a la ciudadanía a la cual le están pidiendo el voto. Han elegido el camino del ocultamiento, capaz por carecer de propuestas o porque las que tienen no son atractivas.

¿Cuándo podremos saber lo que piensa Carolina Cosse con el intento de plebiscitar un disparatado proyecto contra la reforma de la seguridad social?

Quien quiera votarla no sabe lo que opina la candidata al respeto. No es un comportamiento serio para con sus potenciales votantes. El asunto parece que le quema a la candidata y/o teme perder el apoyo de su partido comunista.

La última filtración roza lo ridículo. Un notorio sindicalista, el presidente del Pit Cnt, alcoholizado, en forma peligrosa y temeraria, condujo su auto chocando contra autos estacionados, que felizmente no tenían gente dentro de ellos. Con su accionar bajo los efectos del alcohol pudo haber matado personas inocentes. Pudo tener su conducta irresponsable consecuencias por lo tanto gravísimas. La Justicia sancionó su culpabilidad con tareas comunitarias. Se investigó,-lo que parece correcto-, si también había consumido otra droga, al tratarse de una persona sin capacidad de control ante el consumo etílico.

Se trató de una acción policial sobre una persona de notoriedad y no debe asombrar que el Presidente haya sido informado. El Frente en una actitud delirante, habló de espionaje. Se apuró, si lo hubiera pensado un poco, se hubiera callado la boca. Es de considerar que esto ocurrió hace 2 años y recién se filtra ahora, en este año electoral. ¡Es muy extraño!