@|¿Por qué resignarnos a tener un fútbol de cabotaje? Solo la selección con casi todos sus futbolistas jugando en las principales ligas, logra hacer un papel digno.
Los clubes hoy son la clave, y allí los directivos (que son los que toman las decisiones) son los responsables de lograr una transformación que permita crear valor y elevar el nivel de las organizaciones.
La importancia de la gestión: profesional, honesta y moderna.
Para comenzar hay que definir la organización (quién se encarga de cada cosa). Luego hay que definir objetivos claros y comunes; elaborar un plan y pasar a las acciones de forma ordenada y honesta.
Trabajar en equipo es fundamental y maximiza las probabilidades de éxito.
Capturar más valor: ¡no podemos tener clubes débiles y fundidos!
El fútbol es un negocio que mueve mucho dinero, pero hoy solo unos pocos, muy pocos, logran capturarlo. No debe ser así. Hay que buscar la forma que esa riqueza vuelva a los clubes y no se quede por el camino. Hoy se distribuye muy mal el resultado de este negocio.
¡Los clubes son el instrumento adecuado para liderar la transformación, diría el único!
Una vez que se logre capturar más riqueza en los clubes, estos podrán invertir más y mejor.
Por ejemplo, mejorar la infraestructura para los futbolistas y los espectadores (mejores estadios, vestuarios, tribunas, comodidades para entrenar, etc.), más educación (invertir en las formativas y prevenir el día después en la vida del futbolista), y más descentralización (hay que ayudar a los proyectos del interior).
Hay que hacer algo para ayudar a nuestro fútbol. Se lo merece, nos ha dado tantas satisfacciones en nuestras vidas que no podemos mirar para el costado.