@|“Una ciudad sin memoria”. ¡Qué bien tituló Mariano Arana a aquel emprendimiento que buscaba revalorizar y retener lo que constituía nuestro patrimonio edilicio, en la época del gobierno de facto!

Con motivo del abandono del local del viejo Mercado Modelo, recién el viernes pasado, vi una mención a su autor. Se informó que fue el arquitecto Gualberto Rodríguez Larreta, y que la construcción correspondió a la empresa Bello y Reborati.

Lo que no se hizo notar es que el arquitecto era el padre de uno de los uruguayos más talentosos que ha habido: Antonio Larreta, conocido por su sobrenombre, Taco.

Cualquiera que haya leído “El jardín de invierno”, magnífico libro del mismo Taco, lo sabría. Es claro que hoy la lectura está encaminada a materiales que no tienen esa calidad.

¡Qué vigencia tiene “Una ciudad sin memoria”!