Enrique Rotemberg | Montevideo
@|Reconozco que a una parte de la población mundial le resulta indiferente la guerra Israel – Hamás o cualquier conflicto armado, pero otra parte sigue con interés en especial este enfrentamiento y toma su posición.
Hay quienes creen que Israel es un país genocida con interés en ocupar la Franja de Gaza y expulsar o exterminar a sus habitantes.
Otros creemos que Israel fue obligado a entrar en la Franja de Gaza con tres objetivos principales: aniquilar al grupo terrorista Hamás, devolver a los secuestrados con vida a sus familias y restablecer la máxima seguridad en sus fronteras. Las consecuencias las sufre la población civil usada por los terroristas como escudo humano y los efectivos de las Fuerzas de Defensa de Israel que arriesgan sus vidas en cada incursión.
A quienes están apoyando la demanda de Sudáfrica en las NNUU les pregunto si lo harían si sus hijas, sobrinas o nietas adolescentes o adultas jóvenes fueran inmovilizadas y víctimas de los actos más aberrantes en forma premeditada por parte de los terroristas antes y después de morir, como aconteció el sábado 7 de octubre en el sur de Israel.