Alberto Arias Perdomo | Montevideo
@|Estamos sobre la fecha de la consulta electoral. El Frente controlado por comunistas y tupamaros proclama a un candidato que, dominado por el miedo, no se anima a debatir. Es cierto que el Frente tiene pavor de lo que pueda decir y no le permiten que lo haga. Tienen temor que el votante descubra la mediocridad de su candidato. ¡Es algo insólito!

En Buenos Aires dijo que nosotros éramos argentinos pero sin la cualidad de intensidad de ellos. Es decir que nos consideró inferior a los argentinos. ¿Se puede votar para Presidente a un candidato así?

Confesado por Cosse, el Frente no tiene programa. ¿Se puede votar al Frente sin saber lo que va a hacer? Se sabe sí, que nos va a matar a impuestos.

No nos olvidemos que crearon el IRPF y después el IASS al que denominaron impuesto a la renta; eufemismo para lo que realmente es un impuesto al salario del trabajador y a las jubilaciones de las personas mayores. Su explicación fue que aunque no necesitaban hacerlo, lo hacían porque era justo. Para calificar este castigo recurro al testimonio del ex sindicalista y ex diputado comunista Thelman Borges, hoy fallecido, que condenó fuertemente el atropello hecho a la clase trabajadora y a los viejos jubilados.

En otra oportunidad habían prometido nada de impuestos y no cumplieron, aumentándolos.

Como el gobierno tiene una gran aprobación y carecen de argumentos para criticarlo, siembran la cizaña de que la fórmula no es buena. Aluden a Ripoll por su pasado frenteamplista. Ripoll hoy forma parte del Partido Nacional. ¿Cuál es la alternativa? ¿Ripoll o Cosse? ¿La ex o la actual candidata comunista con todo el Partido Comunista detrás de ella pronto a asumir el gobierno? No votar a Ripoll o peor, votar a Cosse, sería un lamentable suicidio. Creen que somos tan estúpidos. Los que sientan rechazo por nuestra candidata, si se dejan llevar por la prédica sucia del adversario es como si votaran por el Partido Comunista.

No nos olvidemos que la elección de nuevas autoridades es también un juicio que castiga o premia la gestión actual.

La Coalición que nos gobierna merece nuestra aprobación y nuestro reconocimiento. Votemos con criterio, porque seremos responsables de las consecuencias.