@|Ante un nuevo aniversario del Golpe de Estado ocurrido en nuestro país hace cuarenta y siete años, un 27 de Junio de 1973, bueno es recordar -principalmente a quienes no lo vivieron- hechos que, desde la denominada “izquierda” han tratado de omitir deliberadamente al construir su interesado relato, en el que pretenden (y ha sido creído y aún defendido por muchos) aparecer, como “luchadores contra la dictadura militar”, cuando en rigor de verdad, salvo por muy escasas excepciones, como la del Dr. Carlos Quijano desde “Marcha”, celebraron entonces el quiebre institucional, cuando no lo alentaron.
Y así el joven conglomerado de las “fuerzas de izquierda” que supieron aglutinarse en el Frente Amplio y utilizar el lema del PDC (Partido Demócrata Cristiano) y la CNT (Central Nacional de Trabajadores) estuvieron de acuerdo con los Comunicados 4 y 7 emitidos por radio y televisión; no ahorraron elogios para congratularse con los militares golpistas encabezados por Gregorio Álvarez, en sus medios de prensa.
Y a toda página, desde el diario “El Popular” del Partido Comunista, alentaban la unión entre “las fuerzas armadas y el pueblo” bajo el título: “Adelante Patria!!” Posteriormente el relato de los miembros del MLN-Tupamaros buscó mostrarlos como “luchadores sociales” que enfrentaron a la dictadura, cuando nadie puede desconocer que la mayoría de sus cuadros, se encontraban presos desde 1972.
Investigaciones periodísticas posteriores han dejado al descubierto esa trama de hechos que ciertamente los compromete, y lograron edulcorar su actitud, mostrando las injustificadas torturas de que fueron objeto, como “prueba” de esa presunta “lucha” y asumiendo como una de sus banderas y con pretensión de exclusividad, “la defensa de los Derechos Humanos”.
Sí, de esos mismos derechos humanos que no respetaron, en su ataque a las instituciones democráticas, para intentar alcanzar el poder por las armas.
Cargaron las tintas contra Juan Ma. Bordaberry y con él, pretenden en su relato, enlodar a todo el Partido Colorado, olvidando al Vicepresidente Jorge Sapelli o al Contralmirante Zorrilla quienes defendieron la institucionalidad democrática y republicana y efectivamente se opusieron al Golpe de Estado y a la dictadura cívico-militar que le siguió. Soslayan también al Dr. Jorge Batlle, primer preso político de la dictadura militar, insistiendo con la oposición entre “oligarquía y pueblo”, mientras Vivian Trías aplaudía hasta el régimen del Gral. Rafael Videla en la Argentina y cobraba en dólares “por sus informes” a un servicio secreto extranjero… en los coletazos de la guerra fría. Sería imperdonable no recordar las denuncias de un Amílcar Vasconcellos, que mostraba iniciado Febrero de 1973 -a quien quisiera escucharlo- que la caída de las instituciones republicanas era inminente.
Esos valores democráticos que distinguieron a nuestro país, fueron defendidos por inolvidables ciudadanos como Flores Mora, Paz Aguirre, Hierro Gambardella, Héctor Grauert, y encontraron en medio de las proscripciones al destacado Profesor, Dr. Enrique Tarigo, para que fuera la voz de quienes no la tenían, y vaya si enfrentó sin más armas que la razón a esos “rinocerontes”. Cómo no recordar la acérrima oposición a la dictadura de Wilson Ferreira Aldunate, de Gonzalo Aguirre (coautor con Tarigo de la histórica Proclama del Obelisco, declamada por Alberto Candeau), de Don Carlos Julio Pereyra, de Alberto Zumarán y Pons Etcheverry, por nombrar sólo algunos en el limitado espacio de esta nota.
Que los hechos sean recordados como realmente fueron, refuerza la construcción de esta Historia reciente, así como el fortalecimiento de la institucionalidad democrática y republicana a la que todos debemos cuidar y de la que no debemos apartarnos.