@|La semana pasada, recibí por correo mi segunda multa por cruzar una calle con luz roja, luego de más de 60 años de conducir casi diariamente mi automóvil de trabajo, tanto por zonas urbanas y suburbanas de Montevideo como rurales.
El motivo de esta segunda multa fue porque circulando por la calle Rondeau (la primera fue hace como diez años por 18 de Julio y por la misma causa) y a mucho menos de la velocidad permitida, llegando al cruce con una calle lateral, se encendió repentinamente la luz amarilla del semáforo e inmediatamente la roja. Es muy claro que frenar en forma imprevista haría que el vehículo que estaba detrás me embistiera y muy probablemente los otros que le seguían continuaran la cadena.
Como esto no es seguramente novedad para quienes conducen en la ciudad de Montevideo, creo oportuno llamar a la realidad a las autoridades municipales que correspondan (supongo sea Dirección y/o Ingeniería de Tránsito). A que asuman su responsabilidad en la adecuada regulación del tiempo de cambio en los semáforos, tanto por la causa que planteo como por el hecho de interrumpir el tránsito en vías rápidas, dando luz verde en una esquina y roja en la siguiente; sin considerar absolutamente para nada ni la contaminación que causan, ni el desgaste de los vehículos, la mayoría de las veces deteniendo inútilmente la marcha y provocando embotellamientos por cruces con calles secundarias totalmente desiertas.
Me consta que esto es posible pues en la semana anterior a las últimas elecciones municipales se notó una significativa mejoría... ¿cosa rara verdad?
Como conclusión, llamo a responsabilidad a los, sin duda, muy capacitados Sres. Ingenieros de Tránsito de la I.M.M., a que dediquen algo de su tiempo a mejorar y solucionar los problemas que planteo, dado que las multas y consecuencias de su falta de atención son bastante perjudiciales para los montevideanos desde todo punto de vista.