@|Sí, 1825 es la Independencia de los argentinos orientales como otro intento del proyecto artiguista de EE.UU. del Sur, desde las Misiones hasta el confín pampeano. Una gran federación igualitaria, rica y potente para también hacer camino propio en el mundo. Como en su medida lo pudo hacer Paraguay hasta la vergonzante triple alianza. Pero el sistema dominante nos dividió y nos hizo matar 90 años para ponernos a su servicio. Y hasta hoy tenemos que pedir permiso para estornudar.

Pero la esencia de Nación Oriental sellada por el Prócer sigue latente y aflora con gobiernos nacionalistas. Un virus demostró la fragilidad humana, pero a nosotros nos prestigió y traerá turismo, por gran gestión de la pandemia. Sin mengua de Libertad se dominó el flagelo en tiempo récord, manteniendo e incentivando la producción genuina. Al punto de tener nuestra agropecuaria a pleno con la locomotora maderera derramando progreso con abrigo y sombra para mayor rendimiento pecuario. Y ahora también un puerto competitivo que atraiga cargas mundiales y multiplique facturación para achicar impuestos.

Así llegaremos al umbral de nueva independencia 2025, transformando tragedia en ventura. Y pese a todos los relatos que nos mintieron, y nos quieran mentir, los Orientales iremos con honradez y la dignidad del sudor de la frente hacia Uruguay Primer Mundo.