@|El pasado viernes, leí una carta en Ecos en la que se hacía mención a una persona, al parecer joven, que vive en la calle a pesar de tener trastornos de salud y tener reacciones violentas hacia los vecinos del lugar o cosas; y que a pesar de las ayudas que le han brindado, sigue igual.

Se hace un pedido al Mides para que trate de solucionar este triste problema.

Pero ante esta situación, esta persona no tiene familia que la cuide y proteja, o quizás por la condición en que está, la han largado a la calle desentendiéndose de ella, como si fuera un animalito que les molesta; y la dejan abandonada a la suerte.

La familia debería tener la obligación de ocuparse de ella y hacerla atender en alguna policlínica u hospital y no el Mides.