@|Desde siempre hemos visto que los dirigentes de izquierda viven constantemente “preocupados”, sea cual sea el tema.
Especialmente desde que no son gobierno. Aparentemente todo los supera y aduciendo a su “preocupación”, tiran manotazos al vacío por cualquier razón. Han hecho uso de una demagogia irresponsable, sugiriendo ideas sin tomar en cuenta las consecuencias que puedan originar a corto, mediano o largo plazo.
En realidad, su única “ocupación” desde que son oposición, es buscar pelos al huevo declarándose siempre en contra de todo y a favor de nada, inventando un problema por cada solución, con el único objetivo de obtener réditos políticos.
En contraposición, vemos un Gobierno que, sin ser el dueño de la verdad, está permanentemente ocupado. No tiene descanso y no escatima en las horas o los días que les ocupa. Su objetivo es estar presente allí donde las circunstancias lo exijan y dar soluciones.
Señores, bajen el estrés, por una vez dejen de preocuparse tanto y comiencen a ocuparse en serio, con una visión responsable y patriótica. Ya vendrán tiempos de hacer política partidaria barata.
Bien que la izquierda podría colaborar, por ejemplo, haciendo uso de su poder de convocatoria y en lugar de utilizarla para alentar manifestaciones, festejos o crear un montón de falsos relatos (que por suerte hoy, la tecnología deja en evidencia), emplearla para ayudar a concientizar a la ciudadanía a que respete los protocolos, a que los jóvenes desalienten a sus amigos a realizar reuniones y evitar que se realicen marchas y festejos por cualquier motivo.
Dejen la devoción partidaria y entiendan que estamos ante la mayor pandemia sanitaria de los últimos 100 años y que el país nos necesita a todos alineados para poder salir, porque la verdad, la situación no está ni para reclamar ni para festejar nada.
¿Es mucho pedirles?