La izquierda soñaba un milagro

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@|La ciudadanía se expresó y los sindicatos ingresaron al CTI. Tampoco hay que distraerse porque estos personajes tienen apoyo del Foro de San Pablo.

La coalición tuvo que enlentecer su plan de gobierno primero por la pandemia y luego porque a un montón de sindicalistas que ven peligrar sus privilegios otorgados por el Frente Amplio, se les ocurrió juntar firmas para un referéndum contra el gobierno, poniendo como excusa que era contra la LUC.

Su slogan, que los presenta como los “sacrificados” por los trabajadores, sólo lo creen los tontos que pagan todos los meses su cuota al sindicato, para que estos vivan como grandes señores, cobrando suculentos sueldos sin laburar.

También se dicen ser defensores de los pobres. Lo que no dicen es que les conviene que sigan siendo pobres, para brindarles falsas esperanzas y que los sigan votando. Les hacen creer, con mucha astucia, que con la izquierda en el gobierno, nuestro país será un Disneyworld en Latinoamérica.
Los números del domingo demuestran que esto fue un segundo balotaje, con actitudes no republicanas de parte de la izquierda, al no reconocer la derrota con los datos a la vista.

Fernando Pereira actuó igual que Daniel Martínez en noviembre de 2019. Su discurso de barricada lo muestra como un fanático que no acepta la derrota.

La diferencia entre el No y el Sí fue mínima, pero lo más importante es que a pesar de que transcurrieron dos años de gobierno, con una pandemia que generó desocupación y cierre de empresas y últimamente aumento en los precios por razones externas, la ciudadanía no emitió un voto castigo y actuó igual que en el balotaje.

El gobierno genera confianza entre la gente y ésta es consciente de que la actual situación es causada por motivos ajenos.

Tenemos la suerte de tener un estadista como Presidente que se hace cargo y pone la cara, donde sea y con quien sea.

Cuando uno escucha a Fernando Pereira parecería que se olvidó de tomar la pastilla. Dice que el Presidente debe tener más diálogo con la oposición.
El Presidente tiene las puertas abiertas de la Torre Ejecutiva y ahí han sido recibidos todos sin excepción. Pero ahí no se discuten las leyes. Para eso está el Parlamento, donde están aquellos que fueron votados por la ciudadanía.

En democracia se discute, pero quien toma las decisiones es quien resultó vencedor.

La LUC no fue algo inventado a su antojo por un grupo de técnicos. En ella se pusieron todos los reclamos que la gente le hizo a la coalición durante la campaña electoral.

Pereira se olvida que su partido durante quince años no dialogó con la oposición del momento, y todas las leyes que venían del Ejecutivo, en el Parlamento, se votaban con los brazos enyesados.

El otro tema que siempre están reclamando es por el aumento de los combustibles.

Todos sabemos que si aumenta el barril de petróleo, es imposible que no aumenten los combustibles.

Ya que ellos se creen muy inteligentes que presenten una fórmula de cómo mantener el precio, a pesar de que el barril pasó de US$ 40 a US$ 115. A tal punto el aumento de los mismos ha sido minimizado, que ahora en la frontera los brasileños vienen a cargar del lado uruguayo porque está más barato.

Dejen de quejarse y dar manija y observen cuánto aumentó el combustible en el resto del mundo. Mucho más que en Uruguay.

Visto los resultados del domingo, lo mejor que pueden hacer es sentarse a esperar hasta el 2024. Un saludo a la Pantera Rosa y que Esteban Valenti la guarde como recuerdo de su gesta heroica.

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