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La Sociedad de la Nieve

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María del Carmen Liñares | Montevideo
@|Recientemente se ha estrenado la película “La Sociedad de la Nieve”, teniendo alta aceptación de audiencia a nivel mundial y nacional y muy buenas críticas por parte de la prensa especializada.

Relata la epopeya de compatriotas muy jóvenes cuya proeza, coraje y fuerza para sobrevivir, quedarán grabadas en la memoria de todos nosotros. No cabe duda que la lección que nos dejó el trágico suceso y el milagro de la sobrevivencia, es algo que la humanidad debe recibir como un llamado a la esperanza, a la fe y a no entregarse ante la adversidad, que en este caso fue sin ninguna duda una situación extremadamente límite.

Este hecho lo viví muy cercanamente por ser de la misma generación y por involucrar dentro de los afectados a una familia a quien he querido siempre entrañablemente y pertenece a mis más caros afectos desde mi temprana infancia.

El impacto que este accidente marcó en la existencia de muchos de nosotros fue indescriptible, pues si bien hemos perdido en el ciclo de la existencia a muchos seres queridos, en esos casos se ha podido poner un punto final para poder continuar con la vida. En cambio, el fin del duelo por los que perdimos en los Andes sigue siendo extremadamente difícil, por la permanente exposición a la reconstrucción de los hechos por todos los medios posibles, desde aquel entonces hasta ahora.

Es muy importante destacar que los protagonistas de este vuelo, sobrevivientes o no, han recibido homenajes muy merecidos al constituirse todos en piezas clave para que se concretara el rescate.

Quiero mencionar en forma muy especial a los familiares y personas cercanas a las víctimas que, ante lo delicado de los temas involucrados, aceptaron las decisiones tomadas estoicamente y con gran respeto. Viviendo su propio dolor pero acompañando a su vez a quienes fueron salvados.

En mi experiencia personal, a medida que pasan los años, el dolor de la pérdida se va aliviando por la maravillosa esperanza de la proximidad de un reencuentro.

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