@|En relación al atentado contra la vicepresidenta argentina y también los asesinatos de niños y adultos en Estados Unidos, se plantea el hecho del papel que juegan los medios de comunicación en la promoción de la violencia.
Amparados en el supuesto derecho a la libre expresión, se puede hacer o decir casi cualquier cosa.
Así cine, videojuegos, discursos artísticos o políticos promueven hechos delictivos en forma explícita o implícita.
Hay derecho de promover al “malo” de la película, el que goza con el sufrimiento de los demás y está validado por el hecho de que es más fuerte.
Si un gobierno prohibe ese mensaje en Occidente, está atentando contra el derecho a la libre expresión.
Ha trascendido que China ha impedido que ciertas películas provenientes de EE.UU. sean exhibidas en el país.
Hay que plantear el rol de los medios y su responsabilidad en la formación de las conductas, en especial de la juventud; se trata de formar un juicio crítico y en eso tampoco están colaborando.
Una sociedad violenta es un flagelo terrible que nos azota y puede acabar con las bases de una comunidad.