Enrique Rotemberg | Montevideo
@|Situación puntual del Municipio A.
El primer día del año, arribó a nuestra capital un crucero con numerosos pasajeros que estuvieron recorriendo la Ciudad Vieja sin custodia policial, entre contenedores de residuos desbordados, con todos los papeles en la calle que se tiran el 31 de diciembre y esquivando a los numerosos ciudadanos en situación de calle con sus pertenencias y mascotas junto a ellos y ellas.
Es la primera imagen que tienen del país aunque puedan recorrer otros lugares en las horas que están en Montevideo; pero la Intendencia de Montevideo y su Director de Turismo deberían considerar el estado del barrio más visitado por los turistas y especialmente el feriado del 1° de enero, bastante descuidado.
Uruguay es un país que apuesta al turismo, con importantes inversiones públicas y privadas. La temporada de cruceros es de pocos meses, entre noviembre y marzo, con turistas que merecen ser contemplados, en especial en las condiciones ambientales, de higiene y seguridad.
El 1º de enero es el día del transportista y feriado no laborable, excepto para los servicios esenciales.
Si el último día del año los trabajadores de los edificios de la Ciudad Vieja tiran como papel picado los almanaques y las agendas y celebran comiendo y bebiendo, es natural que los contenedores sean superados en su capacidad de almacenamiento. La respuesta de las autoridades competentes podría ser solicitar a las agencias que los turistas no desciendan al puerto el día 1° de enero, para que recién lo hagan el día 2, lo que puede distorsionar el programa del viaje; realizar una limpieza extraordinaria en las calles, veredas y espacios públicos del Municipio A la tarde del 31 de diciembre, o mostrar desinterés en solucionar el problema.
En cuanto a las personas en situación de calle, es un tema que nos afecta a todos. A la entrada de las casas o edificios o en el de trabajo, hay que pedirles amablemente que retiren sus pertenencias y limpien sus residuos para poder ingresar.
Las causas son varias, entre ellas adicciones, falta de oferta de trabajo o deseos de trabajar, personas que tienen antecedentes penales y están distanciados de sus familias y de la sociedad, todo lo que conduce a un deterioro de la salud física y mental.
Las soluciones manejadas al presente parecen ser temporarias y poco eficaces. Se tienen en cuenta los derechos de los individuos sin techo para no ayudarlos o tratarlos contra su voluntad, pero no los de los ciudadanos con vivienda o lugar físico de trabajo que conviven con la suciedad en el acceso a su propiedad y las personas allí alojadas sin su autorización.
No tuve la fortuna de viajar en crucero pero imagino que cada pasajero puede ser un promotor o detractor del turismo en cada país que visita. Tratemos que sea lo primero, pero queda mucho para hacer.