@|Lo que pasó el domingo en Argentina no es más que "la crónica de una muerte anunciada", al decir del Cervantes de estas tierras.

Y vaya si fue anunciada: 115.000 muertos, mientras en plena cuarentena cerril se festejaba en Olivos el cumple de otra señora. Y los amigos del poder seguían en juegos prebendarios de vacunas, coimas y todo lo que se les ocurriera.

50% de pobres y 50% de inflación, son una muy mala sociedad, justo cuando se pregona que el que dice ser gobierno es nacional y popular. Si lo fuera, esto no hubiera ocurrido junto al encierro forzado y la pérdida de unas 300.000 plazas de trabajo.

La mezcla resultó explosiva. Y le explotó en las manos y cara de una abrumada cúspide de olvidados o distraídos sedicentes gobernantes. Faltan los idus de noviembre. Se supone van a intentar deshacer entuertos que ellos mismos construyeron y/o permitieron ante sus ojos y manos.

Por acá hay mutis por el foro... Los sabios de nuestra oposición, ni pío.