@|La pasada semana escuchamos las medidas del Presidente. Luego oí brevemente a un periodista que dijo: “Insuficientes”. Nadie dice cuánto es suficiente.
Salgo para mi horita de caminata y al llegar a la esquina, dobla por la calle una camioneta con el logo de una conocida Radio FM, donde se dan noticias y opiniones. La maniobra parece difícil porque el conductor va, simultáneamente, hablando por celular. Eso está penado por una ordenanza de tránsito, que la Intendencia multa y es correcto que así lo haga. Está poniendo en riesgo la seguridad y la vida de otros y la del propio conductor.
Claro que la Intendencia no puede poner un inspector en cada esquina de Montevideo y, además de la multa, hace campañas de concientización de la población que maneja vehículos, para evitar esa infracción.
Es decir, confía en la responsabilidad personal de cada conductor, en su buen juicio, en su solidaridad, para no atentar contra la seguridad de otras personas.
Salvando las distancias, se me ocurrió pensar que es lo mismo que se pide ahora.
¿Cuál es la diferencia con el año pasado?
La construcción, el cierre de locales de comidas y pocas cosas más. No había restricción de salir ni de andar por la calle en determinado horario.
Simplemente, la gente tenía miedo y se cuidaba.
Entonces, la respuesta es la gente.
Al salir de esa situación, había más pobres que nunca, más violencia doméstica, más trastornos mentales. Muy pocos murieron, pero las pérdidas no cuantificables fueron enormes.
Tengo una hija viviendo en Francia. Cuarentena. No se logró mucho, porque la gente joven no se aglomeraba en un restaurante, pero estaban con otros amigos, tomando una cerveza y las calles estaban llenas, porque no se puede controlar tanto. Ni que hablar las fotos que vimos todos de la gente aglomerada en los Jardines del Luxemburgo.
No hay recetas, salvo para Nueva Zelanda que es una isla y tiene un pueblo muy culto y ha sido capaz, hace 30 años, de hacer un pacto nacional que le ha dado la prosperidad de que ahora goza.
Las medidas son suficientes. Ahora todos debemos dar la talla.