@|En estos días, se están dando algunos eventos que muestran –a mi entender- cómo nuestro futuro, el de nuestros hijos y nietos se ve comprometido seriamente, porque los actores políticos tienen gran estrechez de miras y anteponen sus intereses (los políticos y los personales) a los de nuestro pueblo.
Como ciudadano me pregunto, desde hace mucho tiempo, qué ventaja tiene para nosotros pertenecer al Mercosur. He escuchado a varios analistas y periodistas y la verdad que no encuentro una ventaja para nuestro país el formar parte de dicho bloque.
Sí se escuchan frases vacías de contenido y grandilocuentes referidas a la integración regional, a formar parte de la herencia artiguista y demás, pero en los hechos, nada dicen de la conveniencia real en pleno siglo XXI de esta pertenencia.
Puedo comprender que con dos gigantes como los que tenemos de vecinos lo mejor es llevarse bien con ellos, ser muy diplomáticos y dar los pasos en forma muy meditada pero, ¿no sería momento de poner a los ciudadanos al tanto de lo que realmente significa pertenecer al Mercosur? ¿Cómo se relaciona dicha asociación con el PBI anual? ¿De qué manera impacta en nuestro esquema fiscal formar parte?
He leído por allí que un TLC con China nos podría abrir las puertas en Asia con otras asociaciones comerciales. Quizás una adecuada gestión diplomática nos permitiría pedir una excepción para Uruguay y poder negociar nosotros con otros países sin el “lastre” de estar atados a este acuerdo.
¿Pero qué hacen nuestros políticos y actores sociales?
Juntan firmas para derogar algunos artículos de una ley aprobada por mayorías democráticas a sabiendas de antemano que esta gimnasia militante está destinada al fracaso, ya que aun juntando la cantidad necesaria, en un plebiscito posterior no sería aprobado. Por lo tanto invirtiendo un esfuerzo humano y económico enorme que serviría mucho más en ayudar a aquellos que lo necesitan. Y si no, se rasgan las vestiduras y hacen conferencias de prensa para denunciar penalmente a un irresponsable legislador porque éste hacía trabajar a sus empleados siendo sospechosos de covid-19.
¿Estos son los temas realmente importantes? No sería mejor hacer un plebiscito para ver si nos quedamos en el Mercosur? O por lo menos que la clase política informe claramente y encolumne a la ciudadanía detrás de qué Uruguay queremos para los próximos 30 años, en un mundo donde la mayoría de las profesiones y conocimientos será obsoleto en muy poco tiempo y el partido se jugará en el área del conocimiento y de la investigación.
¿Seguiremos dependiendo exclusivamente del campo? ¿O que los turistas (en su mayoría argentinos) vengan a nuestras playas? ¿No vamos a hincarle el diente al tema del envejecimiento de nuestra población y tomar acciones para que traer un hijo al mundo no sea una iniciativa que comprometa la economía familiar?
Sé que nuestra realidad política cuenta con una oposición lamentable, que aún no asumió su rol responsable de construir un mejor país y sus únicas propuestas son irrealizables, económicamente inviables y con el claro propósito de que la tribuna aplauda faltándole el respeto a la inteligencia de la gente; y del otro lado, sé que están apagando el incendio de una pandemia, pero tampoco veo un Canciller viajando y tratando de vender nuestros productos ni a grupos de trabajo que estén diseñando el Uruguay del futuro.
Todo se hace con los ojos en la nuca, siempre arreglando las macanas que hizo el que estuvo antes o discutiendo cosas que pasaron hace 50 años atrás pero, ¿dónde está la mirada estratégica hacia adelante? ¿Quién vela por los hijos de nuestros hijos?
Por eso lo del principio: nuestro futuro comprometido seriamente.