@|Finalmente la Junta Departamental de Montevideo no aprobó la solicitud de un préstamo por parte de la Intendencia Municipal de Montevideo al Banco Interamericano de Desarrollo, e inmediatamente, en conferencia de prensa, un vocero de la Intendencia se hizo la víctima, expresando que “rechazaba lo ocurrido” y además, por si esto fuera poco, lo calificó de “injusticia”.
Como vecino de Montevideo no quiero ni permito que me metan en la bolsa de otro dicho pronunciado en la aludida conferencia cuando se dijo: “No nos quieren dejar limpiar Montevideo”.
El estimado lector sabe muy bien que los integrantes del Frente Amplio llevan 32 años, ¡sí leyó bien!, 32 años en el gobierno de la gestión municipal de Montevideo y no es con agravios o descalificaciones a quienes piensan diferente que se van a eximir de la responsabilidad que les cabe y que es de su exclusiva cuenta.
En cualquier ciudad del mundo el gobierno municipal se debe administrar como lo haría “un buen padre de familia” y ello implica realizar todas las obras y mejoras necesarias con recursos propios y genuinos provenientes de los impuestos y tasas que se cobran.
Es muy fácil pedir un préstamo de dinero con el pretexto de decirle a la población que se van a realizar importantes obras y así obtener réditos de tinte político y que luego otros gobiernos departamentales venideros tengan que asumir el compromiso de tener que pagar el préstamo y sus respectivos intereses. Eso es lo que pretendió hacer esta administración municipal de Montevideo, intentar hacer obras con dinero ajeno.
Son muchos los barrios de Montevideo con carencias de todo tipo y si en estos últimos 32 años los habitantes de esos barrios no pudieron ver concretadas la realización de obras que hubiesen podido mejorar su calidad de vida, tal vez con un poco más de paciencia, dentro de 32 años más, Montevideo será una ciudad limpia y aceptablemente habitable.