@|Mañana se conmemora el nacimiento de Jesús de Nazareth, fecha sagrada para la comunidad cristiana, aceptado como un hecho histórico de tal importancia que marca una diferencia de una era, antes y después de Cristo.

Si bien es cierto que tradicionalmente las familias se reúnen ese día con alegría y festejos, en esta oportunidad se marca una diferencia que debería anteponer a lo demás, una actitud de respeto por lo que está ocurriendo en nuestro país y en el mundo, por la pandemia que a todos nos afecta.

Respeto por los seres humanos que han fallecido por esta causa.

Respeto por las personas que están transcurriendo esta enfermedad con miedo e incertidumbre.

Respeto por todas las familias que han tenido que vivir estos hechos con desasosiego y dolor.

Respeto por todo el personal de la salud, que a diario se ve cara a cara con una enfermedad invisible, temiendo por sus vidas y por las de sus pacientes.

Respeto por el Señor Presidente y todas nuestras autoridades, comunidades científicas, asesores, etc., que con gran entereza y determinación, están permanentemente estudiando medidas y analizando posibles soluciones, para encontrar respuestas a todos los problemas surgidos por esta causa.
Respeto por todos aquellos que a pesar del esfuerzo realizado por un gobierno que ha tratado de cubrir todos los frentes, han perdido sus fuentes de trabajo.

Respeto por los empresarios que no cejan en su esfuerzo de mantener en pie sus empresas y con ello la mano de obra de sus trabajadores.
Respeto por los que respetan las indicaciones dadas por los expertos en materia de cuidados, a pesar del hastío y aislamiento, por ser ésta la única vía posible para proteger a la comunidad.

Una Navidad especial, con un respeto acorde a las circunstancias.